Si de aventurar un pronóstico se trata, considerando que, en rigor, no será precisamente mediante un “volado” como se dirimirá, mañana domingo, el título del Torneo de Clausura, hay ciertas bases para dar al Toluca como favorito sobre Santos Laguna…Una de ellas, la estadística. Ahí consta que, desde que se implantaron los torneos cortos, los “Diablos Rojos” se han coronado seis veces en su cancha: ante Necaxa (Verano 98), Atlas (Verano 99), Santos Laguna (Verano 2000), Morelia (Apertura 02), Cruz Azul (Apertura 08) y Santos Laguna (Bicentenario 2000); perdieron tres veces, en cambio, como locales, en esa misma instancia decisiva: ante Morelia (Invierno 2000), Guadalajara (Apertura 06) y Tijuana (Apertura 12)… Santos Laguna, por su parte, ha disputado 10 Finales, y sólo una vez se ha coronado como visitante: ante Querétaro en el Clausura 2015, con parciales de 5-0 y 0-3. *La racha del Toluca, con nueve victorias consecutivas hasta antes de la derrota ante Tijuana, con un cuadro alternativo, en la última fecha de la etapa clasificatoria, pesa poco como argumento, considerando que esa inercia ya se rompió con la ya señalada caída ante “Xolos” y la del jueves ante el propio Santos Laguna.En cambio, es probable que el antecedente de que los rojos terminaran la fase regular del certamen como líderes de la clasificación general no dejará de pesar, mañana, en el ánimo de los contendientes.Y, sobre todo, está la cancha. Aunque se diga que “es la misma para todos”, es obvio que el equipo local está más familiarizado con sus peculiaridades que el visitante. La de Toluca, particularmente, tiene justa fama de ser una de las más incómodas para los cuadros forasteros. Indicio de ello, la costumbre, vigente durante muchos años, de jugar en “La Bombonera” los partidos de la Selección Mexicana en eliminatorias mundialistas: “para que sufran los adversarios”, según la frase que no tenía recato en soltar a la menor provocación Felipe Zetter (qepd) cuando era dirigente de la Federación.*Factores como el clima, la altura y la influencia que el público pueda tener en el desempeño de los jugadores -estimulando al local, presionando al árbitro, incomodando al visitante-, intangibles y todo, sin ser determinantes, pueden inclinar y de ordinario inclinan la balanza a favor de los dueños de la casa… especialmente en una contienda tan equilibrada como la que se resolverá con la coronación del nuevo campeón del futbol mexicano.