Si para los críticos de Zinedine Zidane es una cantaleta, con mínimas variantes, la versión de que están contadas sus horas como técnico del Real Madrid, y los de Ernesto Valverde se la pasan difundiendo versiones de que los zopilotes revolotean sobre la cabeza del aún técnico del Barcelona, ¿qué tiene de sensacional que en México se publiquen todos los días pretendidas informaciones sobre supuestas negociaciones de los dirigentes de América y Guadalajara con hipotéticos candidatos a sustituir a Miguel Herrera y Luis Fernando Tena, respectivamente, como entrenadores…?*Pocos oficios hay sobre la faz de la Tierra tan inestables como el de entrenador de futbol. Prueba de ello, el cese, en el actual Torneo de Apertura, de siete de los 19 técnicos que ejercen en la Primera División, en México, y los indicios de que para el siguiente Torneo de Clausura habrá “sorpresas”… hasta donde cabe el vocablo.Son excepcionales los equipos cuyos dirigentes no flaquean en cuanto se suman dos o tres resultados adversos u ocurren situaciones como las recientes expulsiones del timonel americanista. Si ellos mismos no se inquietan por el riesgo de que los objetivos inmediatos-determinada cantidad de puntos, la clasificación a la “Liguilla”, la conquista del título, alejarse de la zona de descenso…- no se alcancen, no falta, en los medios, quien se encargue, oficiosamente, de encender las luces amarillas.*En el caso del América, más allá de los arrebatos que tienen continuamente a Miguel Herrera en el ojo del huracán, los resultados parecen ir en concordancia con el potencial del plantel. En el del Guadalajara, nada tendría de sensacional que sus dirigentes hubieran dialogado con algunos entrenadores -se mencionan insistentemente los nombres de Diego Alonso, ex del Monterrey, y Guillermo Vázquez, quien parece haber tomado la decisión de dar por cerrado su ciclo al frente del Necaxa al final del actual certamen- …aunque ese simple hecho, muy normal en el medio (y muy comprensible en el caso de las “Chivas”), no necesariamente debe interpretarse como señal inequívoca de que la continuidad de Tena esté descartada.*Más importante, quizá, que la premura por ratificar o reemplazar al actual entrenador, debería ser la preocupación por buscar a dos o tres posibles refuerzos, considerando que, por angas o por mangas, no todos los que llegan con esa etiqueta -Sandoval, Alanís y Briseño entre los ejemplos más recientes- la justifican a plenitud.