Dirigentes y seguidores del Guadalajara lo saben; de hecho, desde que los primeros tomaron la decisión de depender exclusivamente de jugadores nacionales, al cerrar en definitiva la posibilidad de recurrir a las importaciones, tenían muy claro que si se trataba de hacer, por esa vía, un equipo competitivo, habitual protagonista y no simple “extra” de los campeonatos, estaban obligados a que sus elencos fueran prácticamente una Selección Nacional.Considerando que el resto de los equipos pueden apelar al recurso de incorporar jugadores extranjeros, sin más limitación que sus recursos económicos (lo que pagó el París Saint Germain por Neymar, hace unas semanas, demuestra que hay pulgas que no brincan en el petate de los clubes mexicanos), para las “Chivas” tiene que ser una consigna incorporar a su plantel a los mejores… o abocarse a producirlos.*El corolario de las experiencias de los dos torneos más recientes era obligado: si se coronaron en el Torneo de Clausura de la temporada anterior y terminaron en el modestísimo decimotercer peldaño en el de Apertura del que esta semana arranca la “Liguilla”, era imperativo dar un golpe de timón: quitar lastre e incorporar refuerzos al plantel.Lo primero representa, al margen de sentimentalismos, facilitar la salida de jugadores a los que puede venirles bien un cambio de aires para verse obligados a responder a mayores exigencias; (decía Carlos Miloc que los apapachos de los seguidores del equipo más popular de México, aburguesan a sus jugadores). Por otra parte, dejar de lado la cantinela, aderezada con lágrimas de cocodrilo, de que los demás equipos no quieren venderles jugadores, por no hacerles el caldo gordo… Y si los venden, los cotizan como si se tratara de la última coca-cola del desierto.*Consumada la contratación del juvenil Walter Gael Sandoval, y en trámite las de Jesús Corona y Néstor Araujo —jugadores de Selección Nacional ambos—, falta asumir que el resto del proceso no necesariamente consistirá en soplar y hacer botellas…Probado como está que, como dicen los entendidos, “en futbol no siempre dos y dos son cuatro”, habrá que entender que no por invertir dinerales con tal de tener a los mejores jugadores nacionales en todos los puestos, puede tenerse la certeza de que se darán los resultados apetecidos… aunque se mantenga al técnico que hace seis meses llevó de la mano al equipo hasta la gloria.
