Se dijo en su momento: la mejor respuesta a la pregunta que de manera insistente manejó la prensa mexicana antes, durante y después del Mundial de Rusia, “¿por qué México no llega al quinto partido?”, corresponde a la “Tota” Carbajal: — ¡Porque no ganamos el cuarto!Y el mejor aval a ese aserto acaba de darlo la FIFA, ayer, al difundir su ranking para el mes de agosto, y colocar a México en el decimosexto peldaño.*Será pertinente, antes de proceder a los desgarramientos colectivos de vestiduras, recordar que Carbajal jugó en el primer partido en que México no perdió (1-1 ante Gales, en Suecia 58), en la primera victoria del Tri (3-1 sobre Checoslovaquia, en Chile 62) y en el primer partido en que México no recibió gol en un Mundial (0-0 ante Uruguay, en Inglaterra 66).Después de esos hitos, México ha sido sede de dos Mundiales (1970 y 1986) y ha tenido tres inasistencias (Alemania 74 y España 82, porque fracasó en las eliminatorias, e Italia 90, descalificado por el escándalo de los “cachirules” en la Selección Olímpica).En los Mundiales en que ha participado, desde 1970, México ha pasado a la segunda ronda. Avanzar a Cuartos de Final, como todos los ganadores del quinto partido, significa, hablando en plata, estar entre los ocho mejores del mundo: algo que históricamente no ha estado al alcance del futbol mexicano, por lo que se quiera y mande: por falta de suerte (las derrotas apretadas ante Argentina, en Alemania 2006, y Holanda, en Brasil 2014)… o porque el talento de su materia prima no da para más.*El hecho es que, hoy por hoy, en la primera línea del futbol mundial, considerando tanto su historial como su desempeño en Rusia 2018, están Francia (campeón), Bélgica, Brasil y Croacia (subcampeón); en los siguientes peldaños, Uruguay, Inglaterra, Portugal y Suiza; (Italia y Holanda, que de ordinario andan por ahí, esta vez se devaluaron al reprobar en la eliminatoria); después, España (que llegó a ser primera), Dinamarca, Argentina, Chile (ausente en Rusia), Suecia, Colombia, Alemania (frecuente dueña absoluta del primer lugar)… y México.La conclusión, al margen de los arrebatos de ira que suscitan episodios como las derrotas ante Suecia y Brasil en el Mundial reciente, puede pedirse prestada a las lagartijas de la fabulilla de Tomás de Iriarte, sometidas a una minuciosa disección por parte de un naturalista: “Valemos mucho… por más que digan”.
