Tenía que ser: la derrota del “Tri” ante Chile, la noche del martes en Querétaro, generó los acostumbrados desgarramientos colectivos de vestiduras…No fue necesario que el descalabro se produjera con cifras escandalosas, como el 7-0 en la Copa América Centenario de hace dos años en Santa Clara, California. Bastó con que se perdiera, con que quedara la sensación de que el marcador fue misericordioso con los mexicanos -Hugo González evitó, con sendos lances espectaculares, dos goles chilenos que parecían cantados-, que la derrota se produjera en casa y que el balance del ciclo de Ricardo Ferretti como entrenador nacional interino quedara en una victoria (sobre Costa Rica, hace una semana) por tres derrotas (ante Uruguay, Estados Unidos y ahora Chile), para concluir -como dijo algún medio por ahí- que, en el aspecto futbolístico “México navega a la deriva”. * Debería ser innecesario; pero como, por lo visto, no se entendió que en este ciclo de la preparación del “Tri” se trata de ver a los jugadores que por su desempeño en la competencia doméstica han mostrado condiciones para considerarlos candidatos a reemplazar a sus colegas a los que difícilmente alcanzará la cuerda para el Mundial de 2022 en Qatar, habrá que insistir en que los resultados de los partidos que en esta fase se disputen, son aspectos secundarios…Si en una competencia formal o en la eliminatoria mundialista, por ejemplo, lo primordial es ganar y lo de menos -a veces…- cómo se gana, acá los criterios son muy diferentes: se trata de calificar el comportamiento futbolístico individual de los llamados, y dejar para una etapa subsecuente la formación del equipo propiamente dicho. * Por supuesto, tampoco se trata de repartir las camisetas, dar la bendición a los jugadores y mandarlos a jugar a la buena de Dios. Hay ciertos patrones de juego que deben respetarse, tanto a la ofensiva como a la defensiva…Que Fabián, en un mano a mano con el portero, y Jiménez, en remate frontal a centro de Corona, tuvieran ocasiones de anotar, y que una posible falta de Maripán -zaguero chileno- a Lozano, en el área, no se sancionara con penalti, son indicios de que algo se hizo bien; de que, así como se perdió con un gol de último minuto, el partido también pudo ganarse…, y de que los chilenos no vinieron -como luego dicen- a cenar pichón.