A medida que se concreten las gestiones de Ricardo Peláez para fortalecer los puntos en que el plantel del Guadalajara ha acusado debilidades, se sucederán, en ese orden, las evaluaciones teóricas de los “expertos”, las declaraciones de los dirigentes, las exigencias de los aficionados… y la prueba del ácido de los partidos.Serán éstos los que digan la última palabra; los que confirmen si es verdad tanta belleza como sugieren los nombres que por ahora son apenas una posibilidad, una esperanza…, o si no.*Por lo pronto, al margen del tono polémico que se ha pretendido dar a las declaraciones de Miguel Herrera, técnico del América, en apariencia un tanto despectivas, al trabajo de escritorio que Peláez ha realizado en el mismo América -con el que ambos fueron campeones- y más recientemente en Cruz Azul, esas declaraciones aportan algunos aspectos incuestionables…De entrada, que el presidente deportivo -lo que Ricardo es ya en el Guadalajara-, de conformidad con el cuerpo técnico y el resto de la directiva, debe hacer un diagnóstico sobre las carencias del plantel, sobre los recursos económicos disponibles y sobre la detección y contratación de los jugadores que se considera idóneos para subsanar las carencias observadas.Después, que el director técnico -Luis Fernando Tena en el caso- debe aportar la línea de juego adecuada para aprovechar al máximo el potencial y las características del material humano disponible. En ese proyecto conceptual debe reservarse un espacio para incluir en las alineaciones, de manera gradual y criterios, a los jugadores de las Fuerzas Básicas que se considera idóneos para recibir oportunidades de mostrar su talento.A continuación, la aplicación de los jugadores para desarrollar en la cancha, en la competencia formal, esa línea de juego… y la inteligencia del técnico para hacer los ajustes y las correcciones a que haya lugar, a la vista de las observaciones surgidas de los partidos, y de los resultados que a la postre dan al trabajo la calificación definitiva.*Pero hay algo más: los adversarios…Seleccionar buenos jugadores, armar un buen plantel y confeccionar un buen equipo no necesariamente garantiza tener mejores herramientas que los demás equipos para conseguir el título. Peláez ya comprobó, en el América, que a veces se consigue superar a la competencia… Y comprobó también, en el Cruz Azul, que no siempre la realidad corona los proyectos o los sueños.