Más allá de los afanes de los entendidos por anticipar el desenlace de la historia, hay, entre la generalidad de los aficionados, el buen deseo de que la Final del Torneo de Apertura corresponda a las expectativas que surgieron desde que se vislumbró la perspectiva de que los dos mejores equipos de la fase clasificatoria llegaran a las batallas decisivas.Ese buen deseo se acrecentó a medida que Monterrey y “Tigres” ratificaron, ya en la Liguilla, su calidad de favoritos…, y creció más aún en la medida en que el hito de la Final Reynera —inédito hasta ahora— se volvió un fenómeno mediático.*Hay consenso: se trata de los dos mejores equipos mexicanos de la actualidad; de dos elencos que incluyen a varias de las figuras que han hecho de la Liga MX, a partir de la concurrencia de los aficionados a los estadios, una de las cinco mejores del mundo.Se trata, por otra parte, de dos equipos de sello diferente; de dos estilos que proyectan en su desempeño la personalidad de sus entrenadores: algo lógico, si se considera que el futbol profesional, aquí y en China, al haber hecho de la disciplina táctica su ley suprema, en detrimento de la iniciativa o del libre ejercicio de la creatividad de los jugadores, ha pasado a depender de los conceptos de los directores técnicos, tanto o más que del talento de los futbolistas.*Ni rayados ni universitarios renunciarán, por el hecho de enfrentarse en una Final, a su espejo diario. Ni unos ni otros van a sacarse de la manga ningún conejo truculento.Sin perjuicio de que un “gol de vestidor” —poco probable, por lo demás— o algún imponderable (una lesión o una expulsión prematura, por ejemplo) obligue a alterar el script, lo más probable es que el Monterrey intente imponer el estilo audaz, agresivo, espectacular que Antonio Mohamed le ha puesto como sello, al futbol conservador, pragmático, menos brillante quizá, que privilegia la posesión y la circulación de la pelota, que “Tuca” Ferretti ha tenido como marca de la casa en todos los equipos por los que ha pasado… en general con resultados que permiten catalogarlo, ya desde ahora, como uno de los más exitosos entrenadores que han hecho carrera en México.Colofón: más allá de favoritismos, cabe el buen deseo de que gane el mejor… y de que gane el futbol.