“De todo hay, señor, en la viña del futbol…”.Los hay ecuánimes. Verbigracia, Luis Fernando Tena… El sábado, en la acostumbrada conferencia de prensa posterior al partido, hubo la inevitable pregunta alusiva al posible error arbitral (o del VAR) al señalar el penalti –discutible, para muchos— que propició el segundo gol de los “Tigres” ante las “Chivas”. Tena, lejos de engancharse, eludió el asunto con categoría: “En este club tenemos por norma no hablar del arbitraje”. Sensato criterio… especialmente porque es común que el derrotado culpe al árbitro de su fracaso, pero jamás ha sucedido que alguien atribuya —y lo agradezca públicamente— su triunfo al mismo error arbitral que ocasiona pataletas y desgarramientos de vestiduras en el vestidor del vencido.Y los hay quisquillosos… Verbigracia, Chepo de la Torre al estimar que en el partido ante el Guadalajara, al sancionar un penalti contra el Toluca, el silbante (o el VAR) actuó “como si quisiera que jugáramos a las muñequitas”. O Juan Reynoso, técnico del Puebla, que tras el partido de la semana pasada, se quejó de que no se sancionó al América con la misma severidad que en el encuentro anterior, contra Ciudad Juárez, cuando uno de sus jugadores fue justamente expulsado en los primeros minutos del encuentro.*Bien. El caso es que la declaración de Reynoso dio pie a que la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol abriera, de oficio, un “procedimiento de investigación” del que podría desprenderse una sanción porque las declaraciones del técnico poblano pueden interpretarse como “ofensa, menosprecio o agravio” al poner en tela de duda que el silbante —Eduardo Basulto— tuviera “la personalidad para pitar con justicia”.Es probable que la “investigación” incluya un citatorio para que Reynoso corrobore sus declaraciones —que son del dominio público, por lo demás, puesto que se difundieron en los medios y debe haber grabaciones de ellas— y eventualmente las ratifique… Lo más probable es que, aun admitiendo que habló más con el hígado que con la cabeza, al sentirse perjudicado por las decisiones arbitrales, Reynoso acepte que se expresó como lo hizo, e incluso que se sostenga en lo dicho.Es previsible que, en consecuencia, se le sancione porque, después de todo, conviene tomar medidas para preservar el principio de autoridad en el deporte, evitando que otros sigan el ejemplo y eventualmente puedan pasar de la ofensa a la violencia.