Quienes abrazan el oficio de entrenadores de futbol, saben que eligieron uno de los oficios más inestables que existen.Muchos de ellos suelen decir que son tres sus herramientas básicas: el silbato, la cachucha… y la maleta. Sin embargo, en ese balance se omite el más importante: el “rollo”.El “rollo” de los técnicos consiste, en parte, en sus conceptos futbolísticos, pero principalmente en capacidad para transmitirlos y conseguir que sus jugadores los desarrollen. El “rollo”, desde otra perspectiva, consiste en la autoridad moral, en la credibilidad y en la capacidad motivacional que el técnico pueda tener delante del plantel.*En el caso de los equipos mexicanos que ya cambiaron de entrenador en lo que va -menos de la tercera parte- de la fase clasificatoria del Torneo de Clausura, nunca se sabrá, por ejemplo, si el Puebla le hubiera ganado al Atlas, el viernes, todavía con Enrique Meza en la banca, o si las indicaciones de “Chelís” Sánchez Solá desde la tribuna y de “Picas” Becerril desde la banca, fueron determinantes en la metamorfosis -imperceptible en el aspecto táctico- que propició la voltereta en el marcador en el segundo tiempo. Tampoco se sabrá en qué medida Bruno Marioni fue el artífice del triunfo de los “Pumas” -su primero del certamen apenas- sobre el Querétaro, o si ese resultado se hubiera conseguido de habérsele dado continuidad a la presencia de David Patiño en el cargo.*Conforme se desmoronaba el proyecto del Querétaro con Rafael Puente del Río como timonel -seis derrotas consecutivas son casi un récord en la Liga MX-, cobraban fuerza las versiones que apuntaban a Chepo de la Torre y Víctor Manuel Vucetich como los más viables candidatos a reemplazarlo… aunque pueda pensarse que el elegido se habrá sacado el tigre en la rifa.Ambos tienen títulos; han estado al frente de la Selección Nacional, aunque en circunstancias muy diferentes; tienen prestigio entre los dirigentes con los que han trabajado, por su seriedad y profesionalismo; tienen autoridad moral en el gremio de los futbolistas, porque se les reconoce conocimiento del oficio y capacidad para imponer en el plantel la disciplina necesaria para que se den los resultados.Sorprendería, en esas circunstancias, que estuvieran desempleados tanto tiempo. Tuvieron experiencias negativas, ciertamente, pero, en el balance, su calificación es claramente aprobatoria.Ya se verá si la vida (y el futbol) les dan otra oportunidad.
