El pretexto para transformar el parque de La Calma en el Parque del Adulto Mayor, según los boletines del Ayuntamiento de Zapopan, fue, supuestamente, una consulta realizada de manera paralela con las elecciones municipales más recientes.Es probable que, en efecto, hubiera algunas sugerencias en ese sentido; lo cual, sin embargo, de ninguna manera significa que entre los vecinos de las colonias aledañas -La Calma, Arboledas, Las Águilas…- hubiera consenso mayoritario de que se realizara la intervención brutal de que ese espacio está siendo objeto desde hace varios meses. -II-El parque de La Calma ha padecido, históricamente, carencias y descuidos. Al arbolado -constituido principalmente por pinos- y a las jardineras instaladas con la deliberada intención de reducir los espacios para que los jóvenes jueguen futbol, maltraten o destrocen el pasto y molesten a los niños y a las personas mayores, les han faltado riego (a pesar de que alguna administración municipal reciente instaló un sistema ad hoc), podas y control de plagas. Los prados crecían a la buena de Dios. El mobiliario se reducía a algunas bancas ruinosas, unos columpios, unos toboganes, y, más recientemente, unos cuantos aparatos para la ejercitación física… Sin embargo, la presencia cotidiana de personas de todas las edades que acudían a jugar, caminar, trotar, platicar o pasear al perro -actividades muy sanas y muy lícitas todas ellas-, hacía del parque un espacio agradable y vital; exitoso, en una palabra.-III-Sin perjuicio de conceder a la autoridad el beneficio de la duda, y de que vecinos y usuarios del parque admitan, llegado el momento, que fue acertada la decisión de transformarlo, hasta ahora no se advierte la relación entre la invasión de los espacios arbolados con innúmeras, laberínticas franjas de concreto, y los beneficios que presuntamente tendrán los “adultos mayores” en nombre de cuyo bienestar, supuestamente, se invertirán cuatro millones de pesos de dinero del pueblo.Por lo pronto, entre las molestias de los vecinos por la lentitud con que avanzan las obras, las dudas -razonables, al parecer- sobre las bondades del proyecto y el daño que ya se hizo a las personas que optaron por otros espacios, hasta ahora va quedando la sensación de que la decisión de la autoridad municipal fue una rotunda metida de choclo hasta la ingle… y de que tenía razón quien dijo que “no hay nada más peligroso que un tonto con iniciativa…, y más si además de iniciativa tiene poder”.
