¿Una “Masía” rojiblanca…? Suena bien.El tema (paréntesis en la semana de las definiciones correspondientes al Torneo de Apertura) viene a cuento por las declaraciones de Marcelo Michel Leaño, flamante director de futbol juvenil profesional del Club Guadalajara -léase Fuerzas Básicas-, de que aplicará una “metodología propia” para favorecer “el desarrollo de los jugadores mexicanos” y “formar verdaderos ganadores”.*La referencia a la Masía obedece a la denominación que se da a la organización que aplica el Barcelona, con resultados que le han valido el reconocimiento como “la mayor fábrica de campeones” del futbol mundial. La Masía de Can Planes, en sus orígenes, hace más de tres siglos, fue una casa de campo, posteriormente ampliada, remodelada y convertida en sede social y finalmente residencia de los jugadores jóvenes del Club Barcelona. En sus primeros 30 años de operación como tal, pasaron por ella más de 500 prospectos de futbolistas a los que no sólo se enseñaban los conceptos técnicos y tácticos del deporte, sino se les inculcaban valores como el respeto y el trabajo en equipo. Su consagración más notoria ocurrió cuando tres de sus egresados ocuparon los primeros lugares en las nominaciones al Balón de Oro de la FIFA en 2010: Xavi, Iniesta y Messi.*Por supuesto, aunque muchos prospectos que pasan por la Masía se convierten en futbolistas profesionales, sólo unos cuantos se quedan en el Barcelona. El club catalán sigue contratando figuras de primer nivel, donde las encuentre. Ter Stegen, Umtiti, Vermaelen, Semedo, Rakitic, Coutinho, Rafinha, Vidal, Suárez y el propio Messi son, actualmente, algunos de los muchos botones de muestra que podrían ofrecerse.En el circunstancial parangón con el Guadalajara, resulta obligado reparar en que la exigencia de sus simpatizantes, de que el equipo sea protagonista y no simple “extra” en el reparto de los campeonatos mexicanos, ha permitido demostrar, por una parte, que ese buen deseo se ha cumplido cuando los dirigentes han acertado en la elección de los refuerzos adquiridos de otros clubes; pero, por la otra, que no siempre las inversiones realizadas para incorporar supuestas figuras han dado los resultados apetecidos.En todo caso, queda claro que los jugadores surgidos de la propia cantera rojiblanca, o no dan el kilo, o se quedan, vía de regla, en calidad de simples promesas.Y por ahí iría, obviamente, el gran reto de Michel Leaño.