La cacareada Final Reynera de la que mañana se disputará la primera batalla, genera (“pensándolo bien…”, como solía decir Paco Baruqui en estas páginas) sentimientos encontrados…Por una parte —el lado bueno—, la plena conformidad con los designios del destino: llegan a la instancia suprema los dos mejores equipos de la Liga mexicana; algo que implica la promesa de un duelo de alto nivel futbolístico... siempre y cuando el diablo no meta la cola y lleve los partidos más al terreno de la especulación que a la del juego en la mejor de sus acepciones.Por la otra —el lado no tan bueno—, la duda de si Monterrey y Tigres reflejan fielmente el nivel actual del futbol mexicano, o sólo representan la capacidad de los capitales que están detrás de ellos para apostar exitosamente en este negocio. Si fuera lo primero, estaríamos hablando de deporte; si lo segundo, de industria.*Sin ánimo de aguadar el atole, cabe aventurar la hipótesis de que el futbol mexicano propiamente dicho no está representado a cabalidad en los dos equipos que dirimirán la supremacía en el actual Torneo de Apertura.Basta repasar los elencos de las dos escuadras…En el caso del Monterrey, la famosa Regla 9/9 permite al técnico Antonio Mohamed incluir sistemáticamente en sus alineaciones a los argentinos Basanta, Vangioni, Nicolás Sánchez, Cardozo y Funes Mori; los colombianos Medina, Pabón y Avilés Hurtado; el paraguayo Benítez y el uruguayo Carlos Sánchez. 10 en total… La presencia mexicana, salvo el arquero Hugo González —único titular—, se limita a ser meramente simbólica, con las ocasionales o fugaces apariciones de Montes, Castillo, Zavala, Juárez, Fuentes, Molina y Poncho González.Con los Tigres, los argentinos Guzmán, Pizarro, Zelayarán, Sosa y Damián Álvarez (éste último ya casi no); los brasileños Juninho y Carioca; el colombiano Meza, el ecuatoriano Valencia, el francés Gignac y el chileno Vargas (11 en total) se reparten las plazas que dejan disponibles los mexicanos Ayala, Torres Nilo, Dueñas y Aquino —titulares habituales—, más Damm que aparece con bastante frecuencia en el primer equipo.*La conclusión cae por su propio peso: Monterrey y Tigres son hoy por hoy, sin duda, los mejores equipos de la Liga Mexicana… sin ser, en rigor (porque “no es lo mismo se avecina una tormenta que me atormenta la vecina...”), los mejores equipos mexicanos propiamente dichos.
