Justo Sierra advertía sabiamente contra “el incienso de la adulación, que acaba por tiznar al ídolo”.La admonición viene al caso por las lisonjas que a últimas fechas se han dedicado a varios jugadores mexicanos que militan en equipos importantes en algunas de las más prestigiosas Ligas europeas: al “Chucky” Lozano, por la rapidez con que parece haberse adaptado al paso del PSV Eindhoven de Holanda al Nápoles de Italia, y por el peso específico que muestra ya en su nuevo equipo; a Edson Álvarez porque parece haber adquirido el rango de titular con el Ajax de Holanda, y se ha registrado en el marcador tanto en la Liga doméstica como en la Champions League, reconocida como el mejor campeonato de clubes a nivel mundial; a Héctor Herrera, quien ayer salió de la banca en los minutos finales, y aportó el gol del empate del Atlético de Madrid ante el Juventus, actual campeón de Italia…Las lisonjas alcanzan también a Raúl Alonso Jiménez, centro delantero del Wolverhampton, a quien un sector de la crítica califica como el mejor atacante mexicano de la actualidad; a Javier “Chicharito” Hernández, porque aunque apenas debutó jugando unos minutos con el Sevilla, cuando éste ya ganaba al Alavés por 1-0, el destino le ha sonreído al permitirle ver a su nuevo equipo como líder de la Liga… cuando apenas se han disputado cuatro jornadas y los gigantes -¿hay necesidad de decir nombres…?- aún se ven aletargados. Y aún quedan, incluso, para Diego Láinez, de quien se dice que, marginado como se encuentra en el Betis -decimoquinto en el tabulador-, sus representantes mueven sus hilos para buscarle acomodo en el Ajax, donde supuestamente tendría más oportunidades de crecer (en lo futbolístico) y de demostrar que tiene calidad de exportación.Por la jerarquía de sus equipos, parece razonable suponer que Lozano (en el Nápoles) y Edson (en el Ajax), sobre todo, encuentren un entorno propicio para sobresalir… aunque no siempre figuren, por obra y gracia de los goles, en los roles protagónicos de las conquistas.Antes de echar a vuelo las campanas, vale apuntar, por la historia personal del “Chicharito” a su paso -fugaz, al cabo- por el Real Madrid y el Bayer Leverkusen particularmente, que ganar plaza en equipos europeos (recuérdese a Hugo Sánchez y Rafael Márquez) es, si se permite la analogía, labor de maratonistas; no de velocistas.