La audacia fue su sello. En nombre de la audacia acometió las empresas que le dieron un nombre y le ganaron un lugar destacado en el mundo de los negocios. En nombre de la audacia se lanzó al peculiar mundillo del futbol. En nombre de la audacia arrojó sus redes hacia el objetivo más codiciable en el medio: el Club Guadalajara, reputado, al margen de sus títulos -la mayoría de los cuales conquistados en la legendaria era del “Campeonísimo”, hace medio siglo-, como el equipo más popular de México. En nombre de la audacia acometió (e hizo efectiva) la iniciativa de construir para su equipo uno de los mejores estadios de México…*Polémico hasta el punto de convertirse en ave de tempestades en el medio, Jorge Vergara contribuyó notoriamente a la modernización del futbol mexicano.La iniciativa de adquirir las acciones del Club Guadalajara fue un parteaguas: del romanticismo de los antiguos accionistas y directivos que veían al futbol como un juguete caro, como mero “hobby” de millonarios excéntricos, a la mentalidad empresarial y el pragmatismo de quienes decidieron verlo como parte de una industria que se ha ramificado por todo el planeta (literalmente, un reino en el que jamás se oculta el sol), que involucra a miles de personas y mueve millones de dólares en publicidad y en las incontables empresas que se mueven a su alrededor.*Como dirigente del club más popular de México, Vergara tomó decisiones que desataron encendidas controversias. Sus compromisos de hacer del Guadalajara uno de los mejores equipos “del mundo”, de tener en su plantel a “los mejores jugadores”, “los mejores entrenadores”, etc., etc. (uno de los primeros y probablemente el más célebre de sus “desplegados”…, que, por cierto, hicieron época), le ganaron tantas simpatías como animadversiones. Muchos antiguos “Chivas” se dieron de baja como tales. Otros, en cambio, se sumaron a la legión de partidarios.Los ceses de entrenadores -van 23 en su “era”-, la fugaz incorporación de Johan Cruyff a su grupo de colaboradores, las contrataciones rimbombantes, los chascos sufridos y los títulos conquistados (dos de Liga, principalmente) desde que adquirió al club, le ganaron un lugar en la historia del futbol mexicano.Ya dirá el tiempo qué fue más, si héroe o villano. Pero de que su paso fue trascendental en el medio, ninguna duda queda.Descanse en paz.