Si se comete el error de juzgar el partido nada más por el resultado, la mesa está servida para decir que el Cruz Azul, fiel a su espejo diario, “la cruzazuleó”…Si se tiene, en cambio, la honradez y la capacidad -lo primero, sobre todo- para ahondar en el análisis, sin caer en la tentación de querer sintetizar el episodio en el chiste fácil, habrá que reconocer, encomiar y aplaudir la vergüenza deportiva que los “Cementeros” esgrimieron como argumento para ganar el partido y poner al América en la cuerda floja… aunque no consiguieran, al final del cuento, sacudirse el maleficio que los persigue desde hace dos décadas.Se había externado el buen deseo de que en algún partido de la incipiente “Liguilla” del Torneo de Clausura hubiera alguna epopeya similar a las que Liverpool y Tottenham protagonizaron en días pasados, en las Semifinales de la Champions League…Era demasiado pedir. En cualquier caso, el “Clásico Joven” -como se ha dado en denominar a ese duelo- de ayer en el Azteca, correspondió ampliamente las expectativas de los aficionados.No fue, ciertamente, un partido brillante. Fue, empero, un encuentro intenso. Poco juego, mucha lucha…Así y todo, el futbol salió ganando. Los “Cementeros”, por la decisión que mostraron de lanzarse al abordaje desde el arranque del partido, y los americanistas por la aplicación con que se defendieron -aunque en el capítulo ofensivo esta vez quedaron a deber-, desmintieron ostensiblemente las versiones que luego se difunden -y que algunos aceptan como dogmas de fe- en el sentido de que los futbolistas de hoy son vedettes carentes de amor a la camiseta.Para los aficionados, el que a partir del gol de Jonathan Rodríguez -minuto tres del segundo tiempo- se jugara sobre la premisa de “el que meta un gol gana” y de que la continuidad del América como defensor del título pendiera de un hilo, fue un espectáculo aparte.El trabajo arbitral de Fernando Guerrero, casi impecable; el que no hubiera necesidad de consultar el VAR una sola vez y, sobre todo, el postrer lance del partido (corner de último minuto a favor del Cruz Azul, frentazo de Aguilar y atajada de Marchesín, quizá la mejor de la temporada...), hicieron del de ayer un partido de los que lavan las impurezas del futbol y se quedan mucho tiempo en la memoria.