Aunque el fenómeno ya es rutinario, no deja de sorprender la facilidad con que en el futbol mexicano se recurre al calificativo de “fracaso” para repartirlo indiscriminadamente lo mismo entre equipos que no hacen realidad los sueños de sus simpatizantes y los afanes de sus dirigentes, que entre técnicos que no hacen efectivas las exigencias de la crítica.*Tres serían, principalmente, en el rubro de los equipos, los casos en que el vocablo en cuestión se utilizó como sambenito para sintetizar, en una palabra, la campaña que realizaron en el Torneo de Apertura que agoniza (…o que culmina, según quiera mirarse).Uno, el Guadalajara. Puesto que fracaso, diccionario en mano, significa tanto “falta de éxito” como “resultado adverso”, se interpreta que haber terminado la fase clasificatoria con números rojos, con más derrotas que victorias, es un pecado capital para el equipo que fungió como “campeón defensor”... pero no supo estar a la altura de ese cartel.Otro, el Cruz Azul. Los Cementeros han sido blanco sistemático de cuchufletas y memes, en la medida en que los años pasan y el equipo no consigue reeditar los resultados que le merecieron varios títulos y lo convirtieron en habitual protagonista de los torneos domésticos. El rotundo calificativo de fracaso se le encasquetó el domingo, por aclamación, en cuanto el silbatazo final del árbitro, sentenció los fallidos —aunque insistentes— afanes de los azules frente al marco americanista por cambiar la historia.Uno más, el Atlas. Es probable que, en su caso, las exigencias de la crítica, sobre todo, no compitan con las que soporta el Cruz Azul. La razón es que los rojinegros han sido, muy a su pesar, más extras que protagonistas de los campeonatos. En su balance histórico los descalabros predominan sobre los éxitos, y las amarguras sobre las alegrías... Así, por doloroso que resultara el balance de sus partidos ante el Monterrey, aun para los atlistas más recalcitrantes el desenlace de esa historia era previsible.*Por lo que hace a los entrenadores defenestrados a raíz de los resultados adversos de sus equipos, Paco Palencia, Javier Torrente, Chepo de la Torre, Juan Antonio Luna, Sergio Egea, Rafael “Chiquis” García, Jaime Lozano, Eduardo Coudet, José Saturnino Cardozo y Paco Jémez —10 en total— fueron remitidos al Purgatorio.Ya dirá el tiempo a cuántos de ellos el futbol les da “otra oportunidad”… y quiénes son capaces de aprovecharla.