En lo que “Tigres” y León disputan, esta noche, la primera de las dos batallas decisivas en la guerra por el título del Torneo de Clausura, convendrá repasar las noticias que se han generado en las últimas horas en el tema de la “nueva era” del Atlas…De entrada, la advertencia de sus nuevos dirigentes: no se trata de los clásicos “nuevos ricos” dispuestos a dilapidar fortunas en aventuras que sólo les van a redituar, en el mejor de los casos, en el rubro de la vanidad. Se trata de empresarios que entienden el deporte como un área de oportunidades en el aspecto económico, y que ven en la marca Atlas un potencial importante.No se embarcaron -así lo han dicho claramente- en un asunto que vaya a manejarse a base de inyectarle alegremente “carretadas de billetes”, sino de un negocio serio, que debe generar sus propios recursos.Los principales ingresos de un equipo de futbol están vinculados con patrocinios, ventas de camisetas y otros objetos, derechos de transmisión de sus partidos y recaudaciones por concepto de taquilla y “esquilmos” (alimentos y bebidas) en el estadio…, más, llegado el momento, la venta de jugadores.Los nuevos dirigentes del Atlas estiman que la marca puede ser una de las seis que generen más ingresos en el país. Habrá que suponer que las únicas que claramente lo superan serían Guadalajara y América, por su popularidad arrolladora, más Cruz Azul, Monterrey y “Tigres”, por la infraestructura organizativa de que disponen.El Atlas, como se apuntó desde que comenzaron a difundirse las versiones sobre el nuevo rumbo de la franquicia, tiene en el estilo futbolístico que lo ha caracterizado, la fidelidad de sus seguidores, la cantera de jugadores de sus fuerzas básicas y el potencial de un nombre poderoso, conocido en todo el mundo (Atlas, a nivel internacional, dice mucho más que Toluca, “Pumas” o Santos Laguna, digamos por ejemplos), sus principales fortalezas.¡Corre tiempo…!La otra noticia: de que Rafael Márquez, por su historial en las canchas, es -y seguirá siendo- un símbolo viviente del Atlas, no hay duda. De que la trayectoria de un jugador, por brillante que haya sido -recuérdense los ejemplos de Pelé, Maradona y mil más- no lo capacita para ejercer como dirigente, tampoco…Si Rafa, como futbolista, fue figura, como aspirante a dirigente ya juega con el marcador en contra.