Hasta donde alcanza a percibirse, hay consenso: la continuidad de Tomás Boy como técnico del Guadalajara ya era insostenible.En su ejercicio hubo dos hitos: el 2-1 del 27 de abril -fecha 16 del Torneo Clausura-19-, cuando quitó lo invicto de 12 jornadas al León, y el 2-0 del 28 de julio -fecha 3 del actual Torneo de Apertura- a costillas de “Tigres”, campeón defensor.Lo demás…, “pa’l gato”.*Ciertamente, en varios partidos hubo lapsos en que las “Chivas” mostraron orden, acusaron determinación -“actitud”, le dicen ahora- y tuvieron chispazos individuales y agradables movimientos colectivos que alimentaron la esperanza de que el equipo consiguiera saltar de la amplia lista de los llamados a la selecta de los escogidos para participar en el verdadero campeonato -la “Liguilla”-; esos destellos motivaron asimismo las declaraciones de Tomás -más, quizá, con el afán de motivar a sus jugadores que de convencer a críticos y aficionados- de que “cada vez estamos jugando mejor”.Todas, a la postre, fueron promesas incumplidas. “Palabras, palabras, palabras…”.Los hechos son inapelables. Y son demoledores: el Guadalajara es décimoquinto en el tabulador… y penúltimo en la tabla de cocientes gracias a que tiene al Veracruz como seguro de vida.*A Boy se le reprocha haberle dado al Guadalajara “estilo de equipo chico”, por sus planteamientos conservadores… ¿Y qué querían…? ¿Que mandara a sus jugadores alegremente al ataque, a la voz de “¡agárrense, piojos, que ‘ai les va el peine!”…?Que fuera incapaz -como lo demuestran los números- de enderezar un equipo que empezó a torcerse cuando aún estaba en las manos de Matías Almeyda -esa es la verdad-, no significa que Tomás no hubiera hecho, en general, dentro de sus circunstancias, lo conducente para sacar partido de la materia prima de que disponía.Podrá señalarse, en todo caso, que quizá sobrevaloró a algunos jugadores que a solicitud suya llegaron como “refuerzos” para este campeonato, y a los que no sostuvo como titulares: Toño Rodríguez, Alanís, Peralta, Vega… Las razones saltan a la vista: ninguno respondió en la medida de lo esperado.*Luis Fernando Tena llega como “bombero”, con dos aspectos a su favor: un calendario relativamente propicio (América, “Pumas”, Monterrey, Juárez, Tijuana, Toluca, Querétaro y Veracruz)… y el crédito a la palabra por aceptar el reto de tratar de remendar la sarta de estropicios que causaron otros.