La nota por excelencia del fin de semana es, en rigor, un enigma: no precisamente lo que dijo Matías Almeyda tras la derrota ante el Atlas en el “Clásico” del sábado, sino lo que no dijo…*Se trata del mensaje entre líneas que creen colegir quienes suponen que en este momento el técnico argentino tiene más motivos para dar por cerrado su ciclo como timonel del Guadalajara, que para quedarse. Por un lado, las versiones de las últimas semanas, en el sentido de que en otros países hay equipos —e incluso alguna Selección nacional— interesados en sus servicios; por otro, la hipótesis de que si decide quedarse, en concordancia con los mensajes de los dirigentes en el sentido de que “hay Almeyda para rato” y de que el “Pelado” no se convertiría en la enésima víctima de los arrebatos del dueño del juguete, sólo habría una manera de sacar la nota aprobatoria que compense la reprobatoria en vías de consumarse: ganar el título como sucedió en el anterior Torneo de Clausura.*Ya se encargará el tiempo (“supremo juez”) de despejar tanto esa incógnita, como otras que a últimas fechas han surgido…A saber:1) Si la directiva rojiblanca, por una parte, realiza la “purga” que al parecer sería necesaria en el plantel… y si le alcanza, por la otra, con la disposición de abrir nuevamente la chequera, para incorporar a su elenco los tres o cuatro jugadores de primera línea que podrían devolverle el fuste que mostró en el torneo anterior.2) Si al Atlas se le conjugan, en la última fecha de la etapa clasificatoria —dentro de dos semanas—, los resultados para sacar el boleto para la “Liguilla” que no acaba de asegurar… y si, caso de lograrlo, es capaz de convertirse en el invitado sorpresa del verdadero campeonato, del que apenas está por acabar de escribirse el prólogo.3) Si es verdad que los más recientes resultados del América (derrotas ante Necaxa y Monterrey y empate ante Puebla) y Monterrey (derrota ante Lobos), deben interpretarse, como aventuran los alarmistas, como señales de crisis y de que será recomendable, a estas alturas de la película, ir pensando en otros candidatos al título y descartar a los que hasta hace unas semanas parecían más viables.*Poco habrá de vivir quien no lo haga para encontrar las respuestas a todos esos enigmas.
