¿Cuál es el verdadero Guadalajara: el que acaba de perder sus partidos de la Liga ante Veracruz y Tijuana y lleva meses sin ganar en su propia cancha, o el que el martes, a despecho de las condiciones climatológicas adversas —el frío, la nieve…—, venció como visitante al Toronto y se puso a un paso del título de la Concachampions…?*La noche del martes, aunque hubo una sucesión de puntuales errores defensivos en el gol con que los locales consiguieron el transitorio empate, es de elemental justicia reconocer que las Chivas, por momentos, lejos de acusar los inconvenientes ya señalados, jugaron como si estuvieran en su cancha… (o, mejor dicho, como ordinariamente deberían hacerlo en esta circunstancia).Fue notorio que los rayados entraron al campo preparados y motivados para superar los factores adversos: desde la ropa térmica que permite conseguir un óptimo rendimiento muscular, hasta la consigna táctica de cerrar espacios cuando el balón era del rival y de hacerlo circular con rapidez y de tratar de desmarcarse cuando era propio.*A un equipo que entra a la cancha con el ánimo dispuesto y con ideas claras, suele acompañarlo, adicionalmente, la fortuna, pues ésta, según es fama, de ordinario es reacia a juntarse con los tarugos…Así, la jugada del primer gol —el toque de Cisneros, el servicio diagonal de Brizuela, la finta de Pulido y el remate de Pizarro— fue un ejemplo de la claridad y la contundencia que han brillado por su ausencia en la generalidad de los partidos que los rayados han disputado en el anterior y en el actual torneo de Liga. El golazo con que Pineda selló la victoria —intentona de servicio y gol por accidente, según confesión del mismo Alan— apareció esta vez, a cambio de tantas en que estuvo ausente.*Si la del martes fue una actuación inspirada, las perspectivas de redondear el episodio con un resultado que asegure el título y la consiguiente participación en el Mundial de Clubes, dependerán de que los rayados hayan reservado parte de esa inspiración para el partido de vuelta.En cuanto a la duda planteada en el primer párrafo, la respuesta es que tan verdadero es el Guadalajara que está por agenciarse un título internacional —tercermundista y todo lo que se quiera...— como el que lleva un buen rato arrastrando penosamente la cobija en la Liga.