En lo que Juan Carlos Osorio y sus filibusteros velaban armas para el partido de hoy ante Corea del Sur, rumiado aquello de que “El que no asegunda no es buen labrador”, en uno de tantos corrillos de “expertos” se desarrollaba un modelo de discusión bizantina…(Por discusión bizantina —por si fuera menester explicarlo— se entiende un alegato en que quienes lo sostienen se enfrascan en disquisiciones sin sentido para el común de las personas, sin que puedan resolverse porque versan sobre asuntos tan abstractos, que a la postre no pueden comprobarse).*Se trataba de discernir —haga usted el c. favor— si, de cara al partido de hoy, Osorio y todos los seleccionados mexicanos estarían más preocupados por aplicar las fórmulas adecuadas para neutralizar las fortalezas del adversario, o si tratarían de aprovechar el envión sicológico que significó la victoria sobre Alemania para asumir una actitud supuestamente menos conservadora, supuestamente más agresiva ante los coreanos...*La discusión resulta ociosa —bizantina, pues— porque ni Osorio ni los jugadores, ni nadie que entienda el juego de la pelota gallega, puede pasar por alto que la pauta del mismo la da precisamente la posesión de la pelota. Cuando se tiene, se puede atacar; cuando se pierde, hay que defender.Los tricolores, ante Alemania, se defendieron estupendamente. Se agruparon, cerraron espacios, apretaron a los rivales desde la salida. Pero cuando tuvieron la pelota, atacaron criteriosamente; explotaron los espacios que el desequilibrio táctico del rival les concedía; se movieron con velocidad y con idea acerca de los trazos y movimientos adecuados para hacer progresar sus ofensivas. Tuvieron más y mejores oportunidades de gol que los germanos. No ganaron con más amplitud porque Layún, Herrera, “Chicharito” y Vela carecieron de la contundencia que sí tuvo Lozano en su turno para convertirse en El Muchacho de la Película.*Ahora bien: puesto que Osorio declaró que en los partidos de preparación —ante Gales, Escocia y Dinamarca— había que “esconder las armas” que se utilizarían contra Alemania, los coreanos, ahora, ya conocen las armas que utilizaron los mexicanos para vencer a los teutones. Es previsible, por tanto —¡y deseable, sobre todo!— que Osorio y sus filibusteros hayan aprovechado la semana para preparar el arsenal adecuado para resolver el compromiso en turno.Después de todo, no hay partido más fácil que el que ya se ganó… ni partido más difícil que el siguiente.
