“Seguir o no seguir: he ahí el dilema”.Se explica plenamente que Matías Almeyda esté, por estos días, en la misma disyuntiva que Hamlet en el célebre monólogo.*El Almeyda pragmático pondrá en la balanza los antecedentes más cercanos y las perspectivas razonables para la siguiente campaña…De los antecedentes, los mediocres resultados que el Guadalajara consiguió en los dos torneos que siguieron a la conquista de su más reciente título de Liga; la incapacidad de clasificar a la Liguilla; la incapacidad para pasar de la lista de los llamados, tan extensa, a la de los escogidos, tan selecta; la incapacidad para conseguir una sola victoria como local en el Torneo de Clausura recién finalizado; los problemas financieros del club, que afloraron en la recta final de la etapa clasificatoria; que posiblemente, aunque se jurara lo contrario, incidieron en el rendimiento de los jugadores, y que se tradujeron ya en la salida de varios equiperos -Cota, Alanís, Pizarro…- y el consiguiente debilitamiento de un plantel que ya evidenció sus carencias.De las perspectivas, las recientes declaraciones de Gabriel de Anda, director deportivo del club, una vez que el dueño del juguete, tan protagónico en otros tiempos, ha optado por eclipsarse, en espera, quizá, de ocasiones más propicias para reaparecer en escena; (como cuando, por ejemplo, a raíz de la coronación, hace un año, proclamó “urbi et orbi” el nacimiento de “un nuevo Campeonísimo”). Entre dichas declaraciones, primordialmente, la de que no habrá espectaculares golpes de chequera como los que en el pasado sirvieron para incorporar al plantel a jugadores como Ángel Reyna o el “Gullit” Peña, que dejaron huella en la nómina… pero no en el historial del equipo.*El Almeyda romántico, que dice haberse identificado con el Guadalajara -y no hay ningún motivo para dudar de su sinceridad- y que se dice convencido de que el jugador mexicano merece más oportunidades de las que reciben en los equipos de la Liga que no están comprometidos hasta el tuétano, con el suyo, con la filosofía nacionalista, debe estar ponderando la posibilidad de demostrar que es un buen entrenador, como ya lo hizo cuando condujo a las “Chivas” a la conquista de su duodécimo campeonato…, pero también el hacedor de milagros que haría falta para dar a sus seguidores los resultados que demandan -victorias, títulos…- con un plantel tan limitado.Y en esas anda…