Una vez que se cierre el paréntesis de la Fecha FIFA, que en el caso de la Selección Mexicana se cubrirá con los nada entusiasmantes partidos de la pomposamente denominada Liga de Naciones de la Concacaf, ante Jamaica y Bermudas, la postrer jornada de la Fase Clasificatoria del Torneo de Apertura, el siguiente fin de semana, estará marcado por algunas despedidas…Muchas se consumarán en silencio. Algunas involucrarán a jugadores de equipos como Cruz Azul, Toluca y algunos más, porque su participación en el certamen sólo puede calificarse de rotundo fracaso. Otras afectarán a jugadores cuyo rendimiento se quedó muy por debajo de las remuneraciones económicas que solían percibir.Algunas habrá, por el contrario, protagonizadas por jugadores que se habrán ganado la opción a contratos que les representen un ascenso en lo profesional y el consiguiente beneficio en lo económico. Algunos, incluso, como suele suceder en los recesos entre campeonato y campeonato, podrían ser promovidos a cualquiera de las Ligas del Primer Mundo, abiertas, desde hace varios años, al talento -o el esfuerzo, al menos- mexicano.Una de las ya programadas, con nombre y apellido, es la de Carlos Salcido. El ex jugador del Guadalajara, oriundo de Ocotlán, pasó por el PSV Eindhoven de Holanda y el Fulham de Inglaterra para regresar a México, ser campeón con “Tigres” y Guadalajara -en los torneos Apertura-2011 y Clausura-2017, respectivamente-, y cerrar su carrera con el Veracruz, donde vivió las vicisitudes que son del dominio público… y seguramente muchas más que él y sus compañeros preferirán esconder en el más oscuro rincón de la memoria.Adicionalmente, su participación en los mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, en las ediciones 2005 y 2013 de la Copa Confederaciones y en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, entre otros torneos internacionales, con un total de 120 apariciones en el seleccionado nacional, le aseguraron, sin ser precisamente una luminaria pero sí un jugador sobresaliente por su pundonor y entrega, un lugar de honor en la historia del futbol mexicano.Otra probable despedida pudiera ser la de Oribe Peralta, a la vista de que su desempeño se quedó muy lejos de los buenos deseos de los dirigentes del Guadalajara -contrastantes con el escepticismo de críticos y aficionados, a los que el tiempo dio la razón-, al que llegó como una de las “contrataciones bomba” de la temporada…, y, por supuesto, de sus propios planes.