Cualquiera diría que se trata de dar vueltas al mismo tema… como burros de noria. Sin embargo, el fenómeno de que los equipos de Guadalajara hayan perdido la prestancia y el protagonismo dentro de las competencias domésticas que antaño los caracterizaron, y que de unos años a la fecha se hayan limitado a hacer de extras en la película que en el pasado les asignaba roles de héroes y galanes, amerita algunas consideraciones…*Hay que distinguir el auge que han tenido otros equipos -los de la capital que actualmente parten el queso, o los de Monterrey que les han comido el mandado-, de la decadencia de los equipos tapatíos.Lo primero se explica por el criterio empresarial que han aplicado los dirigentes de América, Cruz Azul, “Tigres”, Monterrey, Santos Laguna, etc., y que se ha traducido en inversiones importantes para reforzar sus planteles con la presencia de jugadores extranjeros, aprovechando el relajamiento de las normas en ese particular. Lo segundo obedece en parte a que quizás el deporte ya no resulte tan atractivo como antaño para los jóvenes, lo mismo como actividad para el aprovechamiento del tiempo libre que como perspectiva de realización profesional y económica.*Por más intentonas que han realizado para competir con los demás equipos de la Liga en incorporación de refuerzos, el hecho es que Guadalajara, Atlas e incluso la Universidad de Guadalajara en sus esfuerzos por volver a los primeros planos, han sido erráticos en las contrataciones… y más erráticos aún en el cultivo de sus fuerzas básicas.Tiempos hubo en que todos los equipos profesionales de México tenían en sus filas uno o varios futbolistas surgidos de las canteras de los de Guadalajara. De unos años a la fecha, contados han sido los jugadores de los equipos tapatíos que han cuajado, que han dado el kilo, que se han afianzado como titulares o que han alcanzado cierta trascendencia en otros clubes, en la Selección Nacional o en el extranjero. Ahora mismo, los prospectos de cada equipo local a los que se ven zancas de jinete, como suele decirse, se cuentan con los dedos de una mano.*La mediocridad, en los últimos años, ha sido la regla; el más reciente campeonato conseguido por las “Chivas”, hace año y medio, sería, en todo caso, la excepción que la confirma.Conclusión: el futbol tapatío no agoniza… pero, ostensiblemente, languidece.