En lo que cae, hoy, el telón del año futbolístico a nivel nacional, con el duelo entre Monterrey y Pachuca que dará el cerrojazo al Torneo de Copa, y en lo que se produce el desenlace del “Caso Alanís” que (“a falta de pan…”) últimamente ha robado cámara en los medios, viene al caso dedicar unas líneas a Carlos Vela y a su decisión —por demás respetable, dicho sea de paso— de cerrar su carrera futbolística en España y abrir un nuevo capítulo en Estados Unidos.*Cuando se consagró campeón mundial Sub-17 con la Selección Mexicana, en 2005, Carlos —goleador del certamen, además— fue calificado por la crítica como un fuera de serie; de él y de su compañero Giovani dos Santos se dijo que estaban llamados a ser las estrellas más refulgentes de la que quizá sería “la generación dorada” del futbol mexicano.Ambos, lo mismo que Jonathan (hermano de Giovani) fueron reclutados por clubes europeos. Por cuestiones administrativas, Carlos pasó del Arsenal inglés, que adquirió su carta, al Celta, al Salamanca y al Osasuna de la Liga Española.De regreso a Inglaterra, pasó de nuevo por el Arsenal y el West Bromwich Albion para integrarse en 2011 a la Real Sociedad de San Sebastián. Aunque se trata de un equipo de media tabla, relativamente modesto, Vela cumplió ahí un desempeño que llegó a ser sobresaliente. En sus primeras tres campañas anotó 42 goles en 107 partidos. En la temporada 2014/15, apareció en el once ideal y fue candidato a mejor atacante de la Liga, al lado de Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y Diego Costa.*Con la Selección Mexicana, quizá pesaron más los aspectos negativos que los positivos. De los primeros, la sanción que se le impuso en 2010 por cuestiones disciplinarias, y su solicitud de no ser considerado para el Mundial de Brasil, “por motivos personales”.Criticado por esa actitud, aparentemente impropia de un profesional, y luego de una campaña mediocre, con más presencias en la banca que en la cancha, Vela dio la nota al anunciar, hace cuatro meses, su decisión de tirar la toalla en el futbol español para emigrar a los Estados Unidos, más en busca de dividendos económicos que de perspectivas de llegar a ser la figura que se barruntaba en sus inicios.Así, la promesa se frustró.Pero como él mismo dice: es muy su vida…
