Si, como ha sucedido varias veces desde que la pandemia del coronavirus paralizó al futbol, muchos rumores que comenzaron a generarse en torno a la faceta estrictamente mercantil del deporte terminaron por confirmarse, nada de sensacional tendría que lo mismo sucediera con la versión de que el Querétaro se transformará en Atlante y eventualmente regresará a la Ciudad de México… donde, por lo demás, tiene enterrado el ombligo. * Primero fue el runrún de que la Liga de Ascenso (antes Primera A, antes Segunda División…) se transformaría en Liga de Desarrollo, y que durante seis años –hasta el Mundial de 2026— se suprimirían los anuales ascensos y descensos con respecto a la Liga MX (antes Primera División).Después, la posibilidad de que el dueño del Morelia aprovechara que el gobierno de Sinaloa y algunos inversionistas de Mazatlán le tendían el tapete, colocaban floreros y encendían candiles, para llevarse su equipo a la Perla del Pacífico, haciendo cera y pabilo con la tradición y con los sentimientos de los aficionados michoacanos.Ambas versiones son, ya, hechos consumados. Y ahora, esto... * Querétaro, como Morelia, son, en el futbol mexicano —sin la menor intención de ofender—, plazas de segunda categoría. A diferencia de Pachuca o Torreón, por ejemplo, que sin haber sido pioneros del profesionalismo en México, han realizado (sus propietarios) inversiones y armado planteles con los que han ganado títulos, aquellos han sido, de ordinario (como el Atlas, por ejemplo…, a despecho de su tradición y del teórico potencial de una plaza como Guadalajara), equipos de media tabla; del montón, para decirlo con todas sus letras.Si hay gente interesada en hacerlos rentables, exitosos, inyectándoles dinero, la misma estructura de la Liga y las normas que la rigen, propician y facilitan las maniobras que puedan realizarse para tal efecto. Ahí está, para probarlo —a partir de la metamorfosis del Torreón en Universidad de Guadalajara, hace cuarentaitantos años—, la larga lista de equipos que han cambiado de nombre y de sede como quien se cambia de calcetines. * El Atlante, por su propia antigüedad, tiene un potencial que en plazas como Querétaro –por donde ya pasó— y Cancún se ha limitado a languidecer. La maniobra que ahora se cocina tiene, sin más, la intención de sacarlo del área de terapia intensiva en que vegeta desde hace años, para volverlo a la vida.Así de simple.