Todos los pacifistas que en el mundo han sido concuerdan en que las armas no son el mejor antídoto contra la delincuencia. Su muletilla machaca continuamente que “la violencia solo genera violencia”. Además, el combate frontal a la delincuencia solo puede darse desde una posición de fuerza: algo que, en el caso específico de México, parece ilusorio a partir de la sospecha de que las huestes delincuenciales son más numerosas y probablemente están mejor equipadas y mejor entrenadas que las corporaciones -ejército, policía, etc.- encargadas, en teoría, de combatirlas. -II- En el caso de los “tres mil productores de aguacate, guayaba y zarzamora en los municipios (michoacanos) de Ario de Rosales, Salvador Escalante, Taretan y Nuevo Urecho (que) formaron el grupo armado Pueblos Unidos para defenderse de las ‘narcoextorsiones’ principalmente de Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación” (“Milenio”, VI-26-21), que lucran inicua e impunemente a sus costillas desde hace varios años, la suprema autoridad civil en el país ya respondió…Esa autoridad (la misma que reiterativamente ha satanizado “la guerra contra el narcotráfico” declarada por el ex presidente Felipe Calderón; la misma que prometió acabar con el flagelo de la inseguridad en el país en menos de doce meses a partir de que comenzó su ejercicio gubernamental), ya declaró que “da desconfianza cuando surgen grupos así (…), aparentemente porque (quienes deciden formarlos) no tienen seguridad”, y de que “no resolverán nada e incluso pueden ser usados para encubrir a delincuentes”, parece argumentar en forma razonable… y, por ende, plausible.Concediendo, pues, que permitir armarse a los ciudadanos para enfrentar a los delincuentes no es lo más pertinente, se impone preguntar qué sí debe hacerse… ¿Dejar hacer, dejar pasar…? ¿Hacerse de la vista gorda…? ¿Negociar con ellos…? ¿Cederles territorios…? ¿Esperar a que se cansen…? ¿A que recapaciten…? ¿A que les remuerda la conciencia y piensen en el sufrimiento que causan a sus mamacitas al verlos como ovejas descarriadas…? ¿A que se arrepientan de sus pecados, súbitamente tengan propósitos de enmienda y vuelvan, contritos, al buen camino, de buen grado y por su propio pie…? -III- “¿Quién nos salvará de este apuro…?”, se preguntaba, en estos casos, “El Chapulín Colorado”…¿Quién rayos, si la “h.” autoridad -aunque admitió que “la responsabilidad de la seguridad es del Estado mexicano” y aseguró que “las fuerzas armadas reforzarán su presencia en la zona”- ni realiza acciones concretas ni ofrece indicios, al menos, de tener alguna estrategia para combatir a los delincuentes…?