“La del estribo” era la copa que se tomaba cuando ya se tenía un pie en el estribo del caballo. La expresión, aún en uso, alude al último trago... o al gesto final de una persona antes de abandonar un lugar.Bien: es el caso... Puesto que nada es para siempre, hoy se cumple el plazo acordado entre EL INFORMADOR y el más modesto de sus colaboradores para cerrar el ciclo de este espacio periodístico de comentarios editoriales en estas páginas.-II-El vínculo profesional comenzó hace casi 55 años, en vísperas de las Bodas de Oro del periódico; el de “A Propósito”, en la Sección Deportiva estaría cumpliendo 34 años si no se hubiera cerrado hace unos meses, en feliz coincidencia con la conquista del segundo título en la historia del Atlas; el de “Entre Veras y Bromas”, en la Primera Sección, ronda los veinte años.La ocasión exige dejar plena constancia de gratitud a la generosidad, caballerosidad y benevolencia de Don Jorge, Carlos y Juan Carlos Álvarez del Castillo; a los oficios de antiguos colaboradores como Enrique Aceves “Latiguillo”, Ramón Hernández Salmerón, Armando Pujol y Jorge Ladewig; a las inmerecidas finezas y deferencias amistosas de Miriam Morales, Don Enrique Varela Vázquez, el licenciado Jorge Verea, el padre Chayo Ramírez (quien enseñaba que en la vida hay un tiempo de escuchar, un tiempo de hablar... y un tiempo de callar) y Don Manuel Del Valle; al trato siempre cordial, profesional y atento de jefes y coordinadores como Luis Ernesto Salomón, Enrique Ramos, Marcos Shemaría Zlotorynski y Jorge Verea Saracho; a las decenas o centenares de compañeros de trabajo con los que hubo el privilegio de compartir por más de medio siglo jornadas, anécdotas, aventuras y ocasionales desventuras de la brega cotidiana; por supuesto, a la indulgencia de los lectores, siempre respetuosos y dispuestos al diálogo y aun a la discusión de la que es fama que surge la luz, a partir tanto del presupuesto de la honestidad intelectual como de la premisa de que las opiniones intentaran ser orientadoras y constructivas. En cuanto al estilo “más o menos irónico (...), malo y todo -diría José María de Pereda-, lo he creído preferible, por mío, al mejor de los prestados”.-III-La intención, mientras la salud y la mutua voluntad ayuden, es mantener con vida “Contrapunto”, sobre tópicos musicales, tanto en la edición impresa como en la versión digital, los fines de semana.Gracias por todo. Hasta luego.jagelias@gmail.com