Es curioso: dos noticias, difundidas el lunes, acerca de dos recientes, dramáticos episodios de la vida nacional, apenas si consiguieron espacio en los medios de comunicación, eclipsadas por el suceso que acapara, desde entonces, casi todos los espacios…Las noticias en cuestión fueron, una, la declaración del secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, en el sentido de que “ya hay detenidos” -sin dar mayores detalles- por el homicidio de tres mujeres y seis niños de la familia LeBarón, en la zona serrana que comparten los estados de Sonora y Chihuahua; otra, la declaración del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, de que -tambien- “ya hay detenidos” (idem) por el ataque de un grupo armado que segó la vida de trece policías estatales en el municipio de Aguililla.-II-Hay quienes -a partir de la añeja máxima de “piensa mal y acertarás”- estiman que la noticia del asilo “fast track” concedido por el gobierno mexicano al ex presidente boliviano Evo Morales, fue una dorada ocasión de tender una cortina de humo con respecto a los asuntos de Aguililla, Culiacán y Sonora-Chihuahua, que han generado un aluvión de críticas a la actual administración por la escandalosa inoperancia -hasta ahora- de sus estrategias de seguridad.Se debate, por ejemplo, si Evo Morales fue depuesto, como él mismo sostuvo al anunciar su intención de dimitir, mediante un “golpe de estado”, o si, por el contrario, fue forzado a dimitir por pretender convertirse en dictador mediante el manejo retorcido de las leyes que le permitió buscar una segunda reelección -para un tercer periodo- tras ganar la única prevista hasta entonces en la Constitución de su país. Se aduce que, en lo que ese asunto se aclara, reponer un proceso electoral que tuvo muchas imperfecciones, por parte de las autoridades bolivianas, es lo pertinente, y que el asilo a Morales, ofrecido para salvaguardar “el derecho a la vida o a la libertad personal (…), en riesgo de violación a causa (…) de sus opiniones políticas”, de conformidad con el Art. 22 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, responde, en efecto, a una añeja tradición que desde el siglo pasado ha dado prestigio internacional a México.-III-El asilo a Morales es una decisión tomada. Las informaciones sobre avances en los casos Aguililla y LeBarón abren una esperanza de que el Gobierno de la cacareada “Cuarta Transformación” gane sendas batallas a favor de la justicia… y se saque otras tantas punzantes piedritas de los zapatos.