La picaresca atribuía a los políticos una fórmula infalible, si no para resolver problemas graves, sí, al menos, para salir del paso a la hora de las grandes dudas: ''Crea una comisión''. La fórmula, en el presente, ha sido modernizada: ''Si no puedes tomar una decisión…, haz una consulta''.La actual administración federal, de hecho, ha optado por hacer ''El Paso de la Muerte'' entre las dos estrategias. Para hacer malabares con el chayote caliente del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, sometió el tema a una supuesta consulta que se pronunció por abortar un proyecto técnicamente pertinente y en el que ya se habían invertido miles de millones pesos. Y para tratar de sofocar los clamores desatados por el caso Ayotzinapa (''¡Vivos se los llevaron y vivos los queremos!''), creó una ''Comisión de la Verdad'' que presumiblemente terminará como ''El Parto de los Montes'' de la añeja fabulilla: ''Después de tanto ruido…, sólo viento''.-II-Puesto que someter a ''consultas'' las graves decisiones fue un compromiso público y explícito de la actual administración, el método se aplicó ya para el proyecto del Tren Maya y para la Termoeléctrica de Huexca, Morelos, con resultados afirmativos -que no necesariamente positivos...- para ambas propuestas.En su carácter de director de la Comisión Federal de Electricidad, con un historial extenso y polémico en lo político, pero escaso o nulo en lo técnico, Manuel Bartlett Díaz argumenta, en un artículo de opinión publicado ayer en ''El Universal'', que la planta tendría ''la capacidad de alumbrar a todo el Estado de Morelos (…) para cumplir con el principio de que la electricidad es un bien público, para el desarrollo económico y la justicia social'', y que ''de no ponerse en operación la termoeléctrica, habría que comprar electricidad a empresas extranjeras, a precios elevados''.Planteado así el tema, la pregunta cae por su propio peso: si los beneficios son tan obvios, ¿qué caso tiene someter el asunto a consulta pública, dejando la decisión en manos de ''gente buena'', acaso bien intencionada pero profana, desconocedora o ignorante del tema, y exponerla, además, a la posible manipulación de quienes dolosa o interesadamente quisieran sabotearla?-III-Aunque Bartlett sostiene que ''diversos especialistas'' -no especifica quiénes- estiman que las consultas ''favorecen un tipo de Gobierno más cercano a la ciudadanía'', gobernar significa tomar decisiones, corriendo los riesgos que ello implica.Consultar no siempre equivale a ''democracia real'', y sí, muchas veces, a demagogia. Así que…