El Presidente electo López Obrador podría hacer suya la frase que Rigoletto, el trágico bufón de la ópera del mismo nombre, dirige a los cortesanos y sus esbirros: “Pari siamo: io la lingua, egli ha il pugnale” (”estamos a la par: yo tengo la lengua; ellos, el puñal”)…Con la lengua por arma, utilizada sistemáticamente para descalificar a sus adversarios en las lides políticas o a sus críticos, el hoy Presidente electo ha dejado heridas que aún punzan. Desde el “es usted un farsante”, dedicado a Diego Fernández de Cevallos, hasta los calificativos de “cajamanes” y “prensa fifí” a quienes se resisten a quemarle incienso, pasando por el “Riqui Riquín Canallín” a uno de los candidatos contendientes en la más reciente elección presidencial…, y, por supuesto, el “¡cállate, chachalaca!” para Vicente Fox, en la campaña previa a las elecciones de 2006.-II-Bien. Pues es el caso que la Chachalaca habló…Suelto de lengua, menos mesurado que la generalidad de sus homólogos, Fox, como era previsible, no se quedó callado una vez que el Presidente electo cumplió su promesa (o amenaza) de campaña, de quitar las pensiones a los ex presidentes. En un texto difundido ayer, tras señalar que ha dedicado la pensión que todavía este mes recibió “a las fundaciones y proyectos sociales que hemos estado operando por ya más de una década”, Fox agrega que “si es por el bien de México (…), si representa que mi país tendrá un crecimiento significativo en sus fondos económicos”, aplaude la medida y “con todo gusto” renuncia a dicha pensión.Más allá del desplante de generosidad; más allá de que sólo dos ex presidentes (Luis Echeverría y el propio Fox) eran beneficiarios de esa dádiva legal -Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Calderón renunciaron voluntariamente a ella-, Fox (“ya encarrerado el ratón…”) sostiene que la primera promesa cumplida de López Obrador, cancelar la construcción del nuevo aeropuerto, irá “a expensas del pueblo mexicano”, porque la medida implicará “una pérdida de 120 mil millones de pesos”; que los programa de ayuda a adultos mayores y el de apoyo a personas discapacitadas en situación de pobreza costarán 12 mil millones cada uno, y 35 mil millones más el de becas para estudiantes de nivel básico. Y concluye: “Algo que deberá aprender esta nueva administración es la diferencia entre administrar apropiadamente o desmantelar visceralmente”.-III-Colofón: Ya dirá el tiempo cuál chachalaca resulta más lenguaraz.