El pasado viernes 6 de septiembre, Mansión Magnolia en Guadalajara se convirtió en el epicentro de una celebración vibrante y llena de vida: La tercera edición de La Kermesse de Casa Campo Azul. Este evento, que ha ganado un lugar especial en los corazones de sus asistentes, reunió a colaboradores, embajadores, clientes y amigos en una velada que fusionó lo mejor de nuestras tradiciones. Desde el primer paso dentro de la Mansión, los invitados fueron recibidos con una explosión de colores y diversión. La entrada estaba adornada con juegos clásicos que evocaban la esencia de las kermesses tradicionales. Juegos típicos como las sillas borrachas, canicas, tira gol, aros, lotería, tiro al blanco y pesca transformaron el evento en una verdadera fiesta popular, haciendo que los invitados se sumergieran en una ola de risas y competencia amistosa. Los premios, que iban desde llaveros y sombreros hasta codiciadas botellas de Tequila Campo Azul, añadieron un toque de emoción y recompensa al gran evento. La gastronomía fue otro gran protagonista de la noche. Los asistentes disfrutaron de una variedad de antojitos mexicanos, incluyendo tamales, tacos y lonches, acompañados de dulces tradicionales como pan dulce y jericallas.Sin embargo, el verdadero centro de atención de fue la barra de cocteles, donde los invitados se deleitaron con bebidas personalizadas, shots, tragos largos y aguas frescas con piquete, todo elaborado con el exquisito Tequila Campo Azul. La creatividad en la mixología es algo que resalto durante la noche. Los talleres interactivos ofrecieron una oportunidad para que los invitados exploraran su creatividad. Guiados por la talentosa artista Mary Padilla, los asistentes pintaron alcancías, cantaritos y jarrones, llevándose a casa una pieza de arte personalizada como recuerdo. Además, el taller de Bartender in Progress permitió a los participantes experimentar la mixología, crear sus propios cocteles y aprender de esta bonita industria. Entre brindis, bailes y una atmósfera de pura alegría, La Kermesse de Campo Azul reafirmó su lugar como un evento imprescindible en el calendario social. La combinación de tradición y modernidad, junto con el espíritu festivo de todos los presentes, hizo de esta noche una experiencia verdaderamente inolvidable. Ahora, con el eco de la última risa aún resonando, ya esperamos con ansias la próxima edición de esta magnífica celebración. MR