Cuando los días pasan en verano los niños suelen aburrirse y una de las opciones para chicos y adolescentes son los campamentos. Una de las mejores propuestas en la ciudad la tiene el Campamento de La Cañada, que desde 27 años, ha sabido crear un proyecto ideal que es muy completo y ahora, a cargo de la directora Malle Sánchez García Rulfo, nos cuenta un poco de lo que hicieron este verano. Este campamento duró cuatro semanas, del 10 de julio al 7 de agosto, en el que los niños permanecieron una semana completa realizando actividades ecuestres, deportivas, de altura, acuáticas, de campo y hasta competencias nocturnas. Quienes asisten van de los 7 a los 14 años de edad y también jóvenes de 15 a 17 años. Cuando desayunan, después del tiempo de orden y limpieza, se preparan para sus diferentes roles donde montan a caballo, van al Splash, a la zona extrema, pintan sus banderas de equipo, y realizan actividades en el lago. Por las tardes hay diferentes talleres y posteriormente están los deportes con todo el campamento reunido, seguido de un tiempo libre para después continuar con la cena, Cañada TV y finalizan con una competencia o actividad nocturna como la búsqueda del tesoro y noche disco. Entre las habilidades que aprenden en este campamento, Malle nos cuenta que están las ecuestres, deportivas, artísticas, escalar, aprender sobre la seguridad en las actividades de altura, primeros auxilios y hasta cocinar. Por temas de pandemia hicieron algunos ajustes, ya que para que cada niño asistiera debía llevar una prueba de antígenos del laboratorio Cryolab. Entre los beneficios o el impacto que puede tener la vida de un adolescente al participar en campamento están las siguientes: Aprender a compartir, ser independientes, tomar de decisiones, superar miedos, hacer amistades, hacer trabajo en equipo, convivir con chicos y grandes; desarrollar habilidades deportivos, afectivos, sociales aprender hábitos y valores como la responsabilidad, generosidad, orden y cuidado de la naturaleza.“El campamento es un lugar seguro donde los campistas pueden tomar riesgos positivos, ser guiados y tener una experiencia de liderazgo y crecimiento personal”. - Malle Sánchez García Rulfo AD