Quizá en ocasiones menos es más, pero algunos de los admiradores de Marc Anthony se vieron decepcionados al esperar más canciones de las que interpretó en su concierto la noche del miércoles 8 de noviembre en el Auditorio Telmex en Guadalajara.El auditorio y sus alrededores lució lleno, en el que se veían parejas, amigos e incluso familias, que se dieron cita en este recinto para el esperado concierto de este puertorriqueño (también estadounidense) que es capaz de hacer vibrar con su voz un escenario como este, acompañado por un gran número de músicos que le dan vida a la salsa a través de sus canciones.De fondo se iluminó en el escenario “Marc Anthony Viviendo Tour”, en el que parte del público aprovechó para tomarse fotos a lo lejos, así como el QR code en las pantallas de la nueva canción de Marc Anthony y Antonio Aguilar llamada Ojalá te duela, mientras seguían esperando al cantante y al sonar la tercera llamada comenzaron los aplausos y tras empezar los músicos con algunos acordes de Ahora quién o La Gozadera, apareció imponente con su voz, alegre y con muchas ganas de bailar, bajando Marc Anthony por las escaleras interpretando Pa´lla voy, aunque se le vio delgado, portaba un pantalón de mezclilla, una chamarra café ajustada, playera blanca y botas, listo para hacer vibrar a todos los tapatíos.Siguió con temas como Valió la pena, Y hubo alguien, Hasta ayer, Flor Pálida, Qué precio tiene el cielo, Te conozco bien y muchas más, pero también llegó al corazón con grandes baladas que son queridas por todos como Abrázame muy fuerte de Juan Gabriel, Almohada de José José, Y cómo es él de José Luis Perales y Hasta que te conocí, también del Divo de Juárez, entre otros, poniendo la noche muy romántica, mientras él se sentaba en las escaleras de la escenografía para concentrarse en cada línea; también hubo alegría y baile, porque dijo al público que la salsa se baila y les pidió que se pusieran de pie para acompañarlo y es un deleite cuando se le escucha decir “mi gente”, mientras gira en el escenario con los brazos abiertos.Se entregó en cada canción, con el alma, para interpretar, sentir y si se trata de fiesta, también la transmitió bailando y moviéndose en el escenario, sin parar de saludar, sonreír, acercarse, incluso al final tomándose algunas selfies con el público, de los afortunados que estaban en las primeras filas.Siguió con temas como Mala y Te conozco bien, fue entonces cuando comenzó a despedirse y sin más aviso se apagaron las luces, pero al seguir los músicos ahí había la esperanza de que Marc Anthony volviera y así fue, cantando su legendario tema Vivir mi vida, que se convirtió en una fiesta de alegría y color, mientras brincaba y sostenía en sus manos una bandera mexicana. Se fue, quizá decepcionando a algunos que esperaban más canciones que daría gusto escuchar, pero también él, al decir que veía a muchos sin bailar y muy ocupados en el celular. Muchas emociones encontradas, buena música, mucho talento y una voz, sin duda, espectacular.AA