Flor Velázquez es una mujer con 30 años de trayectoria en el mundo de los negocios, actualmente es socia y directora de una empresa de metal mecánica, donde se procesa alambre de metal galvanizado que se convierte en asas metálicas, con clientes a nivel nacional e internacional, ya que es líder nacional en el rubro y se extiende con exportaciones en Centro y Sudamérica, Canadá y Estados Unidos. Además la empresa automatizada facilita la transformación de esta materia prima, por lo que en otra nave fabrica parrillas para estufas y en otra más crean parrillas para refrigeradores.Asimismo tiene una asociación llamada Soy Diseño Mexicano, con la que apoya a emprendedores mexicanos para impulsarlos y ayudarlos a tener menos errores, a arriesgar lo mínimo, y en sí, a que la industria crezca y sus negocios se sostengan mucho más tiempo.A lo largo de su carrera se ha especializado y actualizado en el ámbito en el que se desarrolla con estudios en México y en el extranjero, hoy en día acude al IPADE para continuar con su actualización. Desde chica incursionó en el rubro empresarial al adquirir una franquicia de una escuela de belleza, y tiene la creatividad para encontrar la forma de lograr sus objetivos. Afirma que su sueño profesional es seguir expandiendo esta empresa, porque realmente ha tenido un notable porcentaje de crecimiento en los últimos años.“Me siento muy satisfecha, pero quiero ver a muchas más emprendedoras que tengan éxito, personal y en sus negocios. Tengo una frase que digo: todas sabemos trabajar pero pocas sabemos ganar dinero, entonces, ese sueño es la parte del altruismo. Soy una mujer que se divide en tres partes que son: altruismo, empresa y creatividad, eso a mí me ajusta perfecto porque me voy dirigiendo a cada una de esas tres partes, lo uno todo y eso es Flor Velázquez”.Sobre los retos como mujer en una industria en la que la mayoría son hombres, comenta ella que “por ser mujer no nos integran, pero nosotras hay que integrarnos. Hasta la fecha es difícil tratar de convivir y penetrar en ese ámbito porque es un tema cultural... A mí me parece que tenemos que hacer nuestra propia historia y definir nuestro propio perfil”.Al ser la única mujer entre cinco hermanos y desarrollarse en una industria masculina, explica que le costó encontrar su esencia femenina. Hoy ya goza de un balance.“Dentro de mi personalidad encontré mi esencia femenina, la que sí soy: una mujer con fuerza y determinación. Soy honesta, soy alegre y muy trabajadora. El equilibrio está en la energía de la persona y tu definición de quién eres y hacia dónde vas”.También afirma ella: “quisiera que muchas más mujeres dejáramos de sentirnos como la separación entre hombres y mujeres, que ya hubiera una unión como seres humanos, dejar atrás el conflicto, sentirnos, valorarnos, amarnos y agradecernos como somos en el estuche que nos tocó como mujeres, porque una mujer que aprende a ser equipo con cualquier otra mujer, hombre, hijo, como seres humanos, y entonces todos nos vamos uniendo y encontrando que todos tenemos bondades, dones y habilidades, que sumados se multiplican. Que una mujer sepa que sí puede sentirse realizada. Sí se puede con la casa, los hijos, la empresa, el matrimonio, con un balance, dando a cada cosa la importancia, atención y dedicación que merece. Si una mujer, una persona está feliz, el entorno lo agradece”.
