Gerardo Dorantes es un cineasta mexicano, quien debuta con su primer largometraje "Correr para vivir", el cual se puede ver a partir de este fin de semana en las salas de cine nacionales a través de Cinépolis Distribución.Con estudios de cine en la Universidad de Sydney, Australia, y una maestría en Dirección Cinematográfica por la Universidad Tecnológica de Sydney (UTS), Gerardo Dorantes ve su proyecto realizado, y en entrevista para Gente Bien platica sobre su opera prima, a la vez, se tuvo la oportunidad de escuchar a dos de sus protagonistas.“Esta historia que coescribí junto con el guionista Fabián Archondo, empezó de una manera muy ‘random’, muy aleatoria, y me gusta contarlo porque esto demuestra que las ideas vienen de cualquier lugar, de una historia, una canción o un suceso. Y esta historia apareció de manera casual: Estaba sentado en el consultorio de un doctor esperando que me recibiera, hojeando una revista me topé con un artículo de dos de los corredores más famosos rarámuris, que en su época fueron los que empezaron a salir hacia el mundo, los rarámuris llevan corriendo toda su historia y sólo hace unos cuantos años empezaron a participar en competencias internacionales. Leí este artículo, porque precisamente acababan de ganar la primera vez que salieron a competir a Estados Unidos, ganaron un ultra maratón de 250 kilómetros, eso son 30 horas sin dejar de correr –y todo con sus calzados tradicionales, sus sandalias, un pedazo de suela de llanta con unos cordones de cuero muy duros-, entonces correr 30 horas en esas condiciones me pareció algo totalmente fuera de este planeta. Después investigando un poco te enteras que los grupos de delincuentes se aprovechan de esta maravillosa característica para cargarlos con mochilas de mercancía y ponerlos a correr por la Sierra Tarahumara hacia la frontera norteamericana. Para mí fue muy llamativo cómo esta gran habilidad y gran talento extraordinario, se podía tergiversar y convertirse en su talón de Aquiles, y que gracias a eso eran reclutados por estos grupos, gracias a eso y por una serie de carencias, que es lo que trata también de reflejar la película, que en México por falta de oportunidades tanto profesionales como laborales para los chavos, se ven obligados –en busca de una vida mejor o más cómoda– tomar el camino fácil, que luego no termina siendo tan fácil”.“Son muchos años soñando, pensando, trabajando, la verdad, es que a veces lograr estas películas es un milagro, y sobre todo, una de este tamaño, de estas características. Para ser una opera prima era un monstruo, un monstruo que había que agarrar por los cuernos porque si no, no había manera. Se nos cruzó la pandemia entonces todo lo que implicó grabar en pandemia, gastarte ‘lana’ que no tenías o que tenías, pero que estaba etiquetada para otras cosas, entonces entre pandemia, carencias, cambios de fideicomisos, la reestructuración de los fideicomisos, de repente, nos quedamos sin ‘lana’. Tuvimos que volver a filmar, se nos acercó la época de lluvias, nos agarró la lluvia, o sea, una buena parte de la película fue traerla de Chihuahua a Hidalgo, que es como la misma Sierra pero del otro lado, de alguna manera, la geografía es parecida en ciertos casos, entonces una cantidad de cosas. Pero fue muy emocionante, me encanta la idea de haber hecho algo así con esta repercusión cultural, a este nivel de entretenimiento, con este nivel de acción, de intensidad, de valores, de producción, fue como montar un dragón y al final logramos domarlo, y ahora, gracias a Cinépolis Distribución vamos a tener la oportunidad de mostrárselo a la gente, lo cual era nuestro objetivo número uno, que llegara a la mayor cantidad de gente y todo parece que va a hacer así, y con un poco de suerte la gente va a vivir una buena experiencia”.“Todo desde que se me ocurrió la idea, desde que la leí, porque está basada en hechos reales, inclusive nosotros estando por allá llegamos a ver un ‘burrerito’, que es uno de estos chavos que ponen a correr, así les dicen allá, pero son ‘mulas’. Desde el pensamiento, desde la idea fueron ocho años, y luego de preproducción fueron varios meses como cuatro, cinco, y al final filmamos ocho semanas, lo cual para el cine mexicano es una cantidad bastante grande, y como año y medio de postproducción. Fue un proceso que desde que aplicamos al Eficine por el estímulo hasta que la estamos estrenando fueron cinco años, lo cual ya viéndolo así no está tan mal”.“Yo creo que fue haberse adentrado en el mundo rarámuri y en el mundo de la delincuencia organizada para entender ambos lados y poderlo reflejar de la manera más honesta posible. Creo que haber filmado en esas condiciones, en pandemia, ‘aventarse’ a grabar en esas condiciones, situaciones, circunstancias, en esos paisajes tan alejados -en la Sierra para moverte de un lado a otro, fácil son seis horas, con camiones, con un crew gigantesto- haberse adentrado a estas dos culturas, porque la delincuencia organizada desafortunadamente ya es una cultura también en México, y haberla intentado reflejar sin moralidad, simplemente plasmando una realidad y tratando de ser lo más auténtico y sincero posible, creo que definitivamente ese fue el reto más complicado, más allá de las dificultades propias de un rodaje”.“Siempre fue una historia narrativa, nunca se pensó en la posibilidad de usar no actores, los no actores le pueden dar una velocidad en cuanto a lo físico, al contexto, pero difícilmente vas a encontrar un no actor que te dé el rango dramático y el desarrollo actoral que un actor. Por mi background siempre he sido muy admirador o respetuoso del oficio técnico y actoral, entonces sí es una historia emotiva, sensible, fraternal, conmovedora, pues sí necesitaba un desarrollo profundo en los actores, pero al mismo tiempo tenía que tener una fisiología que realmente se metiera en la convención de los rarámuris. Vladimir Rivera es de Puebla, Manuel Cruz es de Oaxaca, nada que ver con los rarámuris, pero sí comparten ciertas características que eran muy importantes para la visibilidad del personaje, pero con un desarrollo profundo, son actores muy profesionales, experimentados con todo y que son jóvenes y tienen una sensibilidad y un alcance dramático muy potente, entonces aunque el proceso de casting fue largo, pesado y a nivel nacional, cuando aparecieron estos dos jóvenes no hubo duda. De entrada, la primera impresión es potente y cuando los ves trabajar se disiparon todas las dudas, me quedo clarísimo que eran ellos dos, además cuando los ves juntos hay una química maravillosa, y como todo era online, no había manera de verlos físicamente, y eso es todo un reto, porque gran parte de la selección pasa por cómo lo sientes, cómo interactúas con ellos, cómo interactúan entre ellos, por cómo se mueven en el espacio”.“Hasta ahorita tenemos planeado salir en 500 complejos cinematográficos, todavía no sabemos en cuántas salas se va a reproducir, yo le calculó que serán entre 500 y 800 salas, entonces la verdad es que todo mundo va a tener una sala cerca, lo cual es maravilloso. Tener la oportunidad que con una historia de estas características, tener tanto alcance”.“Es muy importante hacer el llamado a la gente que vaya el primer fin de semana, si queremos seguir viendo este tipo de historias tan diferentes en el cine mexicano, en la cartelera, pues tenemos que poner un poco de nuestra parte, para que nos acompañen, por favor, porque sí es una oportunidad única estar en tantas salas. Es una historia muy interesante, potente, entretenida, apasionante y conmovedora, es una historia de familia, de hermanos que luchan por una adversidad y que pone en alto que cuando el espíritu humano se pone a prueba a través de la determinación y la fuerza de voluntad, todo es posible, entonces yo creo que les va a dejar un mensaje muy bonito, esperanzador y profundo a la gente”.Instagram: gerardodorantesfilm, @elvikkingoDos hermanos Tarahumaras en eterna competencia y con un talento singular para correr, ven sus caminos distanciados. Homero el hermano menor, busca convertirse en el corredor más grande de todos los tiempos, mientras que su hermano Capó cae en las redes de la delincuencia organizada en búsqueda de un mejor futuro.Es un joven actor originario de Puebla, quien debuta en cine con Correr para vivir, donde personifica a Homero. Ha participado en proyectos de teatro y televisión.“Homero es 100% soñador, es valiente y leal a lo que él decide hacer, a su familia, a correr, es leal a sí mismo, y sobre todo, soñador, porque todo el tiempo se la pasa añorando algo”.“Lo más difícil para mí es reflejar ese cambio que surge en Homero, que no es un cambio fortuito, sino más bien ir retratando cómo va la evolución como ser humano. Porque encontramos un Homero al principio a otro Homero diferente, como termina siendo ya hasta el final. Primero es muy introvertido, desconfiado, es como un armadillo, y al final, termina siendo confiado, valiente, muy seguro, un tremendo hombre, entonces eso fue lo difícil: Retratar ese camino que él vivió a través de la película”.“Tres meses de preparación física y mental previo para crearlo y demás, pero a final de cuentas siempre que estábamos en un ensayo con el director y en locación –por ejemplo en Chihuahua- van surgiendo cosas, entonces siempre estábamos aprendiendo y preparando más cosas”.“Justamente extender una invitación a que vayan a verla porque está muy bonita, conmovedora, entretenida, tiene todo esta película, una nueva propuesta del cine mexicano y tiene alma, es lo principal, tiene una esencia propia”.Instagram: @vladimir_rivera_actor Es un joven actor y director de teatro con una licenciatura en actuación en la Escuela Nacional de Arte Teatral. Con experiencia en cine y teatro, participa en Correr para vivir, donde interpreta a Capó.“Capó es un personaje avaricioso, que quiere cosas, que quiere más y es muy impulsivo, y justo esa avaricia es lo que lo lleva a tomar decisiones que no son las mejores, que no son las correctas y que no encuentra un límite, no se pone límites, no encuentra el momento de decir ‘hasta aquí está bien, de esto ya no más’ y eso es lo que lo lleva a su destino trágico”.“Lo más difícil fue justo contactar con esa parte de este personaje en mí, como reconocer hasta donde yo también puedo ser ese personaje, hasta donde yo no puedo decir ‘hasta aquí está bien’, hasta donde soy hiper-exigente conmigo, mis necesidades y mis metas, y cómo eso me pone el pie, reconocerlo y ponerlo en el personaje”.“Creo que ese tiempo que tuvimos de preparación fue muy importante, porque son procesos raros en el cine, generalmente empiezas rodaje y unas semanas antes te juntas a leer y luego inicias el rodaje. Pero aquí estos meses que tuvimos previo, sí fue de entrenar juntos, de analizar juntos, de leer guion juntos, como de escarbarle al personaje, y creo justo eso, ese tiempo que estuvimos colaborando y entrenando se refleja en la película, porque sin esa hermandad no sólo entre Vladimir y yo, sino entre Osvaldo Sánchez y Emma Malacara, creo que las relaciones que se plantean en la película, las escenas de violencia, de hermandad, no hubieran podido suceder sin ese acompañamiento previo de parte de todo el equipo”.“Que corran a verla en cuanto salga la película, el 25 de abril, que no la dejen para la siguiente semana o dentro de un mes, este fin de semana vayan a verla porque eso también ayuda a que continuemos más tiempo y también que se sigan generando producciones de este tipo”.Instagram: @manuelcruz_vivasXM