Lo que se suponía debía ser uno de los días más especiales de su vida, terminó convertido en una incómoda experiencia para una pareja luego de que una de sus amistades, a quien habían contratado como fotógrafo, reaccionara de forma inesperada durante el evento y cuya anécdota se ha vuelto viral.Según lo compartido en una publicación de Reddit hace dos semanas, y sin revelar detalles sobre su identidad a través de la cuenta “AITA”, de Am I The Asshole (“¿Soy yo el imbécil?”, en español), un usuario accedió a convertirse en el fotógrafo del evento pese a que no se dedica a esto de manera profesional, negociando el pago de 250 dólares por atender toda la jornada; con lo que no contaban ambas partes fue con lo demandante que resultaría la asignación.A decir del anónimo usuario, su ocupación es la de estilista canino, y debido a la serie de fotografías que comparte en sus cuentas de Facebook e Instagram en las que aparecen las mascotas de sus clientes, fue considerado por la pareja para documentar la ceremonia.“Un amigo se casó hace unos días y buscando ahorrar dinero, me preguntó si podría fotografiarles. Le dije que en realidad no era mi fuerte pero él me convenció diciéndome que era lo de menos siempre y cuando (las fotografías) fueran perfectas”, señaló el usuario, indicando que debido a lo apretado de su presupuesto, estuvo de acuerdo con el pago ofrecido por las diez horas de trabajo.La jornada del aficionado a la fotografía inició a las once de la mañana con la documentación de la rutina de la novia y tenía prevista su conclusión después de las siete de la noche, sin embargo, cerca de las cinco de la tarde, en que la comida comenzó a ser servida, la sorpresa del fotógrafo al buscar su plato y lugar para comer, detonó un mal sabor de boca entre los recién casados y él mismo. La gota que derramó el vaso“Me dijeron que no podía parar para comer porque necesitaba ser el fotógrafo; de hecho, ni siquiera me habían reservado un lugar en ninguna mesa”, relata; “le dije al novio que necesitaba 20 minutos para comer y beber algo. No hay barra libre ni nada por el estilo, ni siquiera puedo tomar más agua por que mis dos botellas ya están vacías”, lamenta en el texto previo a revelar la respuesta del novio.“Me dice que necesito estar de fotógrafo o retirarme sin pago. Entre el calor, el hambre y la molestia en general por la situación, le pregunté si estaba seguro y me dijo que sí, así que borré todas las fotografías enfrente de él y me fui diciendo que ya no era su fotógrafo”, explicó además asegurando que en ese punto hubiera tomado los 250 dólares para pagar un poco de comida, agua y un descanso de cinco minutos.La publicación concluye preguntándose si eso vuelve un imbécil al usuario que compartió la anécdota, a la que agrega además que la pareja se ha mantenido alejada de las redes sociales desde su luna de miel y sus amistades han comenzado a exigir ver las fotografías del evento.Sigue leyendo…Si te interesó esta noticia y quieres saber más, entonces descarga y descubre INFORMAPlus, la aplicación digital de EL INFORMADOR, en donde tenemos contenidos exclusivos, seleccionados por nuestros editores, para darles una experiencia más completa a los lectores.Descarga la aplicación y pruébala GRATIS por treinta días.Para iOS: https://apple.co/35jaVgbPara Android: https://bit.ly/3gwVSEVSi eres suscriptor de EL INFORMADOR tu acceso está incluido, solicítalo al 33 3678-7777