Está próxima a comenzar la Semana Santa con todos los ritos católicos que ello conlleva y hoy 31 de marzo, un viernes antes de celebrarse los llamados días santos, se conmemora el Viernes de Dolores, una jornada cargada de simbolismo, sobre todo para los fieles españoles.El objetivo de la conmemoración del Viernes de Dolores es consolar a la Virgen María, quien, en la Semana Santa, pierde a su hijo, Jesucristo, que atraviesa el Calvario para morir en la cruz. La fecha suele ser el viernes anterior al Domingo de Ramos, otro de los acontecimientos más esperados por parte de los fieles.Antes, el Viernes de Dolores también conmemoraba la festividad relacionada con Nuestra Señora de los Dolores, la cual daba nombre a esta jornada. Sin embargo, a partir de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II se tomó la decisión de eliminar las fiestas que eran consideradas como ‘duplicadas’.Esta conmemoración se consideró como tal, y el recordatorio de los Dolores de Nuestra Señora fue eliminado. En su lugar, se sustituyó por la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, que se produce cada año el 15 de septiembre. No obstante, en la tercera edición del Misal Romano, el entonces Papa Juan Pablo II tomó la decisión de introducir un recuerdo a los Dolores de la Santísima Virgen.En muchas ocasiones, la Virgen suele ser representada de negro; Asimismo, puede ser vista con una daga que le atraviesa el pecho, mientras se puede ver cómo brotan lágrimas de sus ojos. Las manos, que mantienen los dedos entrelazados, forman una escena piadosa. La figura muestra en todo momento una actitud de súplica, con mucha desesperación, y, especialmente, mucho dolor ante la pérdida de su hijo.De acuerdo con la tradición bíblica, los dolores que sintió la Virgen fueron siete:JM