Miércoles, 27 de Noviembre 2024
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Tuna Blanca, delicias del alma

Punta de Mita suma a sus tesoros naturales una joya gastronómica que bien merece ser descubierta

Por: Francisco González

Fiesta de jitomates orgánicos y mousse de mozzarella. Ligero en calorías y sensual en sabor; perfecta opción de apertura. EL INFORMADOR • F. González

Fiesta de jitomates orgánicos y mousse de mozzarella. Ligero en calorías y sensual en sabor; perfecta opción de apertura. EL INFORMADOR • F. González

Equilibrio de sabores, un emplatado fabuloso (y digno de Instagram), el marco natural más espectacular que puedas imaginar y un ambiente inigualable. Todo lo anterior y mucho más lo encuentras en Tuna Blanca (Lote 5, Av. Anclote, Punta de Mita) es una de esas joyas gastronómicas de Riviera Nayarit que una vez descubierta, siempre te invitará a volver.

Usar palabras para describir las bellezas de Punta de Mita es casi imposible. No hay términos que logren hacerle justicia a una de las playas más aperladas del Pacífico Mexicano, dueña de un oleaje que acaricia y atardeceres dignos de un sueño divino. Es justo en este ambiente de paraíso que Tuna Blanca se ha convertido en un referente del buen comer, en buena medida gracias a la mano de su creador, el afamado chef Thierry Blouet, el mismo que en Puerto Vallarta nos ha sorprendido con el entrañable Café des Artistes.

Pero Tuna Blanca es un lugar muy diferente. Un poco más desenfadado en el ambiente y juguetón en la carta, mesas amplias y un decorado donde predominan el color blanco, la madera y los tonos turquesas. Cuenta con un área interna que permite apreciar su cocina abierta y también una encantadora y amplia terraza con vista al océano. Su menú rinde tributo a lo mejor del recetario mexicano, con un énfasis especial en la cocina del mar, ¡no podía ser de otra manera tendiendo a la costa nayarita de fondo!

Antes de entrar en materia de sabores, vale la pena hacer un alto para aplaudir el trabajo del chef ejecutivo Ramón Álvarez y el extraordinario equipo del restaurante para hacerte sentir en casa y convertir toda visita a Tuna Blanca en una experiencia entrañable. En minutos aprenderán tu nombre y te consentirán como rey. No será extraño que durante tu visita seas testigo de propuestas matrimoniales, aniversarios, cumpleaños o cenas románticas. El equipo de meseros se encargará de que el ambiente, la mesa y cada platillo vayan acorde a la celebración.

Pero bueno, ¡llegó la hora de comer!

Una carta amplia

Acorde a la nueva normalidad, se accede al menú a través de un formato digital (muy recomendable que bajes un lector de QR). Toma tu tiempo para explorar las múltiples opciones de entradas, platos fuertes, platillos de cocción lenta y postres (hay opciones vegetarianas, platillos para los pequeñines y la hamburguesa de la casa). Para esta reseña, exploramos el “Menú tentación”, una selección de platillos en cinco tiempos donde se disfruta la creatividad de la cocina de Tuna Blanca.

Cada tiempo del menú tentación ofrece dos opciones y es posible elegirlo con maridaje de vinos. En el caso de PASAPORTE, comenzamos con una fiesta de jitomates orgánicos y mousse de mozzarella, que en efecto, es una deliciosa pachanga de sabores vegetales con un toque de pesto exquisito. Equilibrado, lindo emplatado y gran aroma, es una manera ideal de abrir la mesa.

En el segundo tiempo llegará a tu mesa un taco de lechón confitado que es una maravilla. La carne, jugosa, despliega sus sabores y aromas con cada mordida, bajo el tierno abrazo de una tortilla azul.

Este generoso manjar es un magnífico contraste para el tercer tiempo: Pulpo a las brasas, de piel crocante pero interior suave, es una oda a los sabores  marinos que siempre puede ofrecer Riviera Nayarit.

Como plato fuerte se eligió un medallón de filete de res a la leña en salsa de chile pasilla. La porción es generosa. La carne (puedes elegir el término), viene acompañada con una guarnición de vegetales y una copa de vino tinto. La progresión de sabores te dejará listo para un postre, que en nuestro caso fue una tarta de mango flameada en mezcal. Si lo deseas, puedes rematar con un buen café, rico digestivo que cierra la puerta a una magnífica comida.

Todo lo anterior es apenas un breve ejemplo de lo versátil que es la carta en Tuna Blanca. Aunque el menú es asombroso (y amplio), al final es el capital humano lo que convierte a esta opción en una indispensable en tu próxima visita a Punta de Mita. Sabores memorables y recuerdos imborrables serán los premios que podrás llevarte.

RAMÓN ÁLVAREZ. Chef ejecutivo, quien pone el ejemplo al usar subrebocas, sanitizar sus manos y cuidar cada platillo que prepara. EL INFORMADOR • F. González

Lo básico

Reserva, explora, pregunta

El restaurante le ha sabido sacar todo el jugo posible a las redes sociales, especialmente a su Facebook (https://www.facebook.com/tunablanca), donde se encuentra habilitada la opción de revisar su menú (viene con precios), apreciar los especiales de temporada y reservar. Si deseas asistir para una ocasión especial, ellos podrán asesorarte y convertir ese momento en algo único.

Taco de lechón confitado. Uno de los favoritos de la casa. EL INFORMADOR • F. González

¿Cómo te cuidan?

Tuna Blanca tiene instalada una innovadora cabina de sanitización por medio de ozono y rayos ultravioleta para colaboradores y comensales en la entrada principal del restaurate.

Además, retiraron el 35% de su inventario de mesas, cubriendo con eso una distancia mínima de 1.50 metros entra cada una de ellas. Cuentan con tapetes sanitizantes, gel anti-bacterial y termómetro digital.

Todo el personal labora con cubrebocas en área de servicio y en cocina, además de que ofrecen tabletas con menús digitales, códigos QR y menús impresos de un solo uso; además, cada mesa tiene su cambio de mantel y sanitización individual completa al retirarse los clientes de su mesa.

JL

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