Mantener el parabrisas en buen estado, sin daños y limpio es fundamental, pues con un cristal sucio por dentro hace que se empañe con más facilidad. Esto también es importante en las ventanillas laterales, que nos permiten ver a través de los retrovisores exteriores.Tener en perfecto estado las escobillas de los limpiaparabrisas, para que limpien toda la superficie en la que actúan y no dejen peligrosas rayas y restos de agua, que entorpecen la visión y provocan deslumbramientos, como los que suceden en esta época con el Sol a plomo, y peor si se combina con la lluvia esporádica que ahora tenemos en la ciudad.Cuando llueve y tenemos el Sol de frente, la combinación no es buena, los cristales tienden a empañarse más rápido por las diferencias de temperatura y humedad. Lo más eficaz es poner la ventilación en su función específica (la que dirige el aire hacia el parabrisas), con al aire acondicionado y la recirculación, además de la calefacción.Encender las luces de carretera para ver y ser vistos, no las altas, pues su reflejo sobre el asfalto mojado reduce la visibilidad. En condiciones extremas, activar los antiniebla traseros y no olvidarnos de apagarlos cuando el tiempo mejore, para no molestar a los demás ni recibir una multa.Aunque sea de día, es importante fijarnos en las luces de los coches que nos preceden, pues nos ayudan a saber por dónde va el camino y si hay situaciones que les obligan a frenar.Si la visibilidad se reduce hasta imposibilitar la conducción, parar en un lugar seguro. Hasta encontrar ese lugar, avanzar alternando la vista al frente con miradas más cercanas a izquierda y derecha buscando las líneas de la carretera.Si llueve y recibimos una de estas grandes salpicaduras por sorpresa (sobre todo, cuando vienen del sentido contrario de una autopista) no perder la calma por el impacto, ni por quedarnos “a ciegas”: hay que mantener la trayectoria y no dar frenazos bruscos, que solo durará un par de segundos, y estar preparados para el posible deslumbramiento si tenemos Sol de frente.Revisar frecuentemente el estado del parabrisas y de las escobillas, que deben ser sustituidas, al menos, una vez al año; o incluso con mayor frecuencia si se realiza un elevado kilometraje.También aplicar un tratamiento antilluvia en el parabrisas. Está demostrado por diversos estudios que los tratamientos hidrofóbicos mejoran la agudeza visual y son particularmente beneficiosos de noche, pero teniendo el Sol de frente durante el día en combinación con las lluvias esporádicas, puede ser más eficaz.Recuerda llevar gafas de Sol, de preferencia con tratamiento UV, utilizar el parasol y muy importante, al menos, limpiar con un paño el cristal por dentro para evitar la condensación en caso de cambio de temperatura o mantener activo el sistema “defroster” del aire acondicionado.DO