La enfermedad renal en gatos es una de las afecciones que más puede afectar a los felinos, su incidencia ha provocado que los dueños opten por hacer un trasplante de riñón, sin embargo, este como otros procedimientos en humanos y animales, requiere de una serie de condiciones para que pueda realizarse. Un claro ejemplo de este tipo de casos es el de Despy, el gato de Max Segal, el cual desarrolló una forma congénita de enfermedad renal avanzada a los 2 años y el veterinario estimó su esperanza de vida en meses, Segal se comprometió a hacer todo lo posible para salvar al gato, por lo que lo llevó a la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, donde Despy se sometió a un trasplante de riñón en 2018. Hoy, Despy está mejorando. También lo está Stevie, el gato donante de riñón de un refugio local que Segal aceptó adoptar como parte del trasplante renal. Los adora a los dos. “Juegan juntos, se acicalan el uno al otro, se pelean”, dice Segal. “Nos hemos convertido en una familia cómoda y cariñosa”.Los trasplantes de riñón en gatos se iniciaron hace más de 25 años, aunque siguen siendo poco frecuentes y solo tres centros los realizan: Penn Vet, la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Wisconsin y la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Georgia. Por otro lado, este procedimiento es demasiado costoso, pues ronda hasta los 25.000 dólares por las cirugías para recuperar el riñón del donante y trasplantarlo al gato receptor, quien gana una media de dos a tres años, aunque hay excepciones que pueden llegar a los 6 años o más. Si tienes un gato y está presentando problemas renales, recuerda vigilar constantemente su dieta y mantenerlo en un estilo de vida saludable, de esta manera prolongarás su calidad de vida y se evitarán este tipo de procedimientos que son efectuados para aquellos que tienen a la mano un sistema veterinario de alto nivel en el área. SM