Por supuesto que las plantas embellecen y optimizan cualquier interior y es un compromiso de lo más gratificante, si quieres iniciarte como propietario de las tuyas. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos tips para comenzar adecuadamente y hacerlo con la responsabilidad de quien cuida seres vivos. Es por eso que, antes de pensar en cuánta agua vas a necesitar para regar tu planta, deberas tomar en cuenta algunos otros aspectos para tener un panorama completo de sus requerimientos: Según la especie de cada planta, requieren diferentes elementos como luz, ventilación y humedad, por lo que deberás considerar qué tipo de plantas son aquellas que mejor se van a acondicionar al espacio que les ofrezcas.Hay plantas que se benefician con la luz directa del sol, a las cuales les vendría bien las grandes ventanas o los balcones; en contraste, un espacio al que no afecta la luz puede recibir como mejor opción plantas de sombra o semi sombra.Y así como la luz es un tema, la humedad supone otro factor a considerar, un ambiente donde haya muy poca humedad ambiental resulta mejor para plantas de ambientes secos; mientras que un entorno húmedo asegura un espacio adecuado para las plantas tropicales. Por supuesto que la belleza de cada planta y el click que hagan con tu gusto son esenciales para que estés satisfecho con tu jardín interior, pero así como si se tratara de una mascota, debes tener en cuenta el medioambiente para que este proyecto no termine a los pocos días de empezado.Las zonas con sombra pueden ser buenas para plantas tipo aráceas: una familia de gran diversidad a la que pertenecen los caladios, filodendros, anturios, aglaonemas y colocasias. Sin embargo, si tu espacio es de semi sombra con más luz o luz directa, puedes pensar en las suculentas, un tipo de planta con la capacidad de almacenar mucha agua en sus hojas y tallos.Las suculentas son plantas que comprenden muchas especies diferentes de aizoáceas, crasuláceas, cactáceas y euforbiáceas. Ahora que si lo que quieres es más ornamentación: flores y colores, debes tomar en cuenta que son plantas que necesitan más iluminación. Las plantas deben estar alejadas al menos 2 metros de una fuente de calor intensa como la calefacción o estufas; de la misma forma, hay que mantenerlas fuera del rango de chorro de aire de los aires acondicionados o las corrientes de aire, ya que tienen poros en sus hojas y secan así el agua que supura.Otro error frecuente es cambiarlas constantemente de lugar: las plantas por naturaleza no son nómadas, entonces el lugar que elegimos inicialmente es su mejor lugar, así que evita moverlas.Ya le dimos un vistazo al entorno, vayamos directo a la base: la tierra en donde siembres tus plantas debe ser tierra nutrida y con una maceta adecuada que permita un buen drenaje.Hay plantas que son más para un tipo de tierra densa y húmeda, mientras que otras pueden desarrollarse mejor en tierra con mezclas de gravilla y arena. De esta forma, antes de comprar la planta también será necesario que te informes del tipo de sustrato que requiere.En cuanto a la maceta, debes considerar que su tamaño y material sea adecuado. No está por demás advertir que el tamaño de la maceta deberá ser proporcional al de la planta que meterás dentro pero ¿Es realmente trascendente el material de mi maceta?Claro, resulta que aquellas que son de plástico, metal y vidrio no permiten el paso de humedad, por lo que requieren un riego menos frecuente; sin embargo, pueden hacer que la tierra no respire adecuadamente y que acumulen tanta humedad que podría enfermar las raíces.En cuanto a las macetas de barro o fibra de coco, esto permite el paso de la humedad y requieren riego más frecuente. Al ser respirables evitan que la tierra retenga exceso de humedad y generan menos riesgo de enfermar las raíces.Además, no debes temer al trasplante de plantas, pues será necesario que determines cuando sea necesario cambiar de maceta tus plantas, según el crecimiento que vaya adquiriendo. No caigas en el mito de que entre más agua se le aplique a una planta, será mejor para ésta: de hecho, el exceso de agua puede ser hasta más dañino que su escasez. Al regar tu planta considera todos los factores previamente mencionados, desde el tamaño de la planta y su maceta, hasta el sustrato de la tierra y el espacio donde esté ubicada.Toca la tierra para determinar si aún está húmedo o no, antes de regarla, considera la capacidad de filtración de tu maceta para determinar cuándo vas a regar la planta y hasta la cantidad de sol que impactará y evaporará el agua sobre la planta.Limpiar regularmente las hojas con un paño húmedo a fin de permitir a las hojas respirar correctamente es muy útil.Antes de sacar la planta del invernadero, dale un vistazo a sus hojas, considera que no tengan manchas de ninguna coloración ni estén marchitas o que carezcan de tensión. En este sentido, tampoco deben presentar malas hierbas o musgo en la maceta. No existe la buena mano para las plantas, es sólo cuestión de información y compromiso para que comiences a disfrutar con resultados de todos los beneficios ambientales que estas amigas tienen para ti, si sabes cuidarlas y aprovecharlas.CP