A pesar de los prejuicios que rodean a este alimento, la realidad es que la manteca contiene beneficios nutricionales que pueden ser aprovechados al consumirla con moderación.Los agentes naturales que contiene la manteca son antiinflamatorios naturales y contribuyen al bienestar general del cuerpo.La manteca es un derivado lácteo que se emplea comúnmente en la cocina, cuyas propiedades incluyen un contenido considerable en vitamina A, esencial para la regulación celular y la elasticidad de la piel, lo que ayuda a retrasar los signos de envejecimiento.Sumado a esto se encuentra la vitamina E. Este componente combate los radicales libres por medio de su poderoso efecto antioxidante, evitando que afecten a las células. Los radicales libres están relacionados con el envejecimiento y aceleran su proceso, además del de diversas enfermedades degenerativas. Además, la manteca es rica en ácido butírico, un compuesto con propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación crónica. Este tipo de inflamación está vinculado con el envejecimiento prematuro y enfermedades como la artritis o problemas cardiovasculares. Por si fuera poco, aporta vitamina K2, que desempeña un papel crucial en la salud ósea al dirigir el calcio hacia los huesos y prevenir su acumulación en los tejidos blandos. Para aprovechar los beneficios de la manteca sin comprometer la salud cardiovascular, es importante consumirla con moderación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las grasas saturadas no deben superar el 10% de las calorías diarias, lo que equivale a un máximo de 22 gramos de manteca en una dieta de 2.000 calorías. Algunas formas de incorporar la manteca en la dieta son: No todas las personas pueden beneficiarse del consumo de manteca. Según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), quienes padecen enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial o tienen niveles elevados de colesterol LDL deben evitarla o reducir al máximo su consumo, ya que el exceso de grasas saturadas puede aumentar el riesgo de aterosclerosis e infartos. Asimismo, personas con intolerancia a la lactosa o alergia a las proteínas de la leche deben evitar este alimento. Aunque contiene menos lactosa que otros lácteos, aún puede causar malestar estomacal, hinchazón o reacciones adversas en personas sensibles. MBMantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp