Para muchas personas, el hecho de disculparse, incluso cuando hicieron algo mal, es todo un reto que en ocasiones escala a discusiones infructuosas. En este sentido, la psicología aborda la dificultad que disculparse implica para algunos.De acuerdo con la con la ciencia que estudia la conducta humana, a menudo, negarse a pedir disculpas es una medida de protección del individuo a su propia persona. De este modo, estas personas suelen implementar excusas para eludir su responsabilidad.Disculparse es una amenaza: Para algunas personas, las disculpas implican una amenaza a su identidad, por ejemplo, pueden llegar a pensar que si hicieron algo mal significa que son malas personas, o que si se equivocaron significa que son tontos.Temen ser acusados: Para esta clase de personas, las disculpas no son una oportunidad para resolver conflictos, sino un camino a nuevas acusaciones hacia su persona, señalando todo lo que han hecho mal con anterioridad y que se han negado a admitir.Da vergüenza: Para la mayoría de las personas, disculparse tiene un sentido de culpa, sin embargo, para las personas que se niegan a disculparse, esta acción significa abrir una puerta a la vergüenza, pues se sienten mal sobre ellos mismos.Temen tomar toda la responsabilidad: A menudo, ante una discusión, los individuos pueden negar una disculpa porque temen que toda la responsabilidad del problema recaiga sobre su propia persona.Intentan manejar sus emociones: Una disculpa implica para estas personas mostrar su lado vulnerable, por ello, se sienten más cómodos con la ira y distancia emocional.La importancia de pedir disculpas reside en tomar esta acción como una medida para reparar relaciones y restaurar la confianza, con la finalidad de construir mejores relaciones. La disculpa es una acción que no muestra a una persona débil, sino a un ser noble y responsable de sus acciones.MBMantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de WhatsApp