Es común escuchar que beber agua después de un susto podría tener efectos negativos en la salud. Sin embargo, la veracidad de esta creencia popular ha sido debatida por expertos en salud.La idea de que tomar agua inmediatamente después de un susto es perjudicial proviene de la creencia de que el cuerpo puede estar en un estado de choque o estrés elevado, lo que podría hacer que el agua cause problemas digestivos o afecte negativamente al sistema nervioso.Según expertos, un susto provoca una respuesta del sistema nervioso simpático, liberando adrenalina. Esta hormona prepara al cuerpo para una "respuesta de lucha o huida", lo que puede acelerar el ritmo cardíaco y aumentar la tensión muscular. Además de ello durante este estado, el cuerpo desvía la energía de la digestión hacia los músculos y otros sistemas que necesitan reaccionar rápidamente.Los profesionales de la salud, defienden que mantenerse hidratado es crucial en casi cualquier circunstancia. El cuerpo necesita agua para funcionar correctamente, y beber después de un susto no es diferente; además de ello, beber agua puede tener un efecto calmante, ayudando a regular la respiración y a restablecer el equilibrio del cuerpo después de un evento estresante.No hay estudios científicos que respalden la idea de que beber agua después de un susto cause daño. Al contrario, algunos expertos sugieren que mantenerse hidratado puede ayudar a manejar el estrés y la ansiedad. Por lo que se recomienda beber agua si después de un susto alguien se siente mareado o con náuseas, es recomendable que beba agua en pequeños sorbos. Esto puede ayudar a evitar cualquier malestar gastrointestinal.En el caso de un susto extremo, asegurarse de que la persona esté calmada antes de ofrecerle agua, para evitar el riesgo de atragantamiento si aún está respirando de forma irregular.BB