La eliminación de gases almacenados en el estómago o intestino, aunque incómoda y a menudo vergonzosa, es una función fisiológica completamente normal. Según el Manual Merck, una persona expulsa entre 13 y 21 gases al día, lo que equivale a entre 0.5 y 1.5 litros. Este proceso es simplemente una manera de liberar los gases que las bacterias del intestino grueso no han podido absorber de los alimentos.La Clínica Mayo de Estados Unidos define al gas intestinal como una acumulación de aire en el aparato digestivo, que se expulsa principalmente por el recto, conocido como flatulencia. Todo el aparato digestivo, desde el estómago hasta el recto, contiene gas, resultado natural de la deglución y la digestión. La principal causa de los gases estomacales es tragar aire, que se libera cuando la persona eructa. Por otro lado, los gases en el intestino grueso se forman cuando las bacterias fermentan los hidratos de carbono que no han sido digeridos por el intestino delgado.Si bien las flatulencias ocasionales son normales, una cantidad excesiva de gases intestinales puede indicar un trastorno digestivo. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos advierten que si los gases o los dolores causados por gases son persistentes o intensos, es recomendable consultar a un médico. Los gases o dolores acompañados de otros signos o síntomas pueden señalar afecciones más graves.Algunos alimentos con alto contenido de fibra, como los porotos, frutas, verduras -especialmente el repollo y las coles de Bruselas- y cereales integrales, pueden causar más gases durante la digestión. También las bebidas carbonatadas, como gaseosas o cerveza, algunos sustitutos del azúcar -sorbitol, manitol y xilitol-, y suplementos de fibra que contienen psyllium.Hábitos como comer demasiado rápido, beber con una pajita, masticar chicle, chupar caramelos o hablar mientras se mastica pueden contribuir a la ingesta de aire en el estómago, aumentando así la formación de gases.Además de la frecuencia de las flatulencias, hay otros síntomas que requieren atención médica inmediata. Si una persona percibe heces con sangre, cambios en la consistencia o frecuencia de las deposiciones, pérdida de peso, estreñimiento o diarrea, o náuseas o vómitos recurrentes, debe informar a su médico. El dolor abdominal prolongado o el dolor de pecho también son signos que requieren una consulta urgente, ya que pueden ser indicativos de afecciones como el síndrome del colon irritable o la celiaquía.Con información de SUN.