El potasio es un mineral crucial para diversas funciones corporales, entre ellas la regulación de la presión arterial. Recientes investigaciones han destacado su relevancia en la batalla contra la hipertensión, una condición que afecta a millones de personas globalmente. La preocupación por los efectos adversos del consumo excesivo de sodio ha llevado a explorar alternativas saludables sin comprometer el sabor en la alimentación diaria. En este contexto, se ha descubierto que el potasio no solo contrarresta los efectos negativos del sodio, sino que también puede ser añadido a diversos alimentos para conservar el sabor salado. Los expertos indican que una dieta equilibrada y rica en potasio puede ayudar a prevenir problemas cardiovasculares, marcando una nueva tendencia en la nutrición saludable al subrayar el equilibrio de minerales como una estrategia eficaz para mejorar la calidad de vida.En la búsqueda de soluciones para la hipertensión a nivel mundial, el potasio se ha destacado como un componente esencial. Bruce Neal, del George Institute for Global Health en Sídney, Australia, afirma: “No hay duda de que el potasio reduce la presión arterial”. A pesar de los continuos esfuerzos por reducir la ingesta de sodio, los resultados han sido limitados. Ahora, la atención se centra en este mineral vital como una opción más viable.El estudio Salt Substitute and Stroke Study (SSaSS), liderado por Neal y su equipo, abarcó 600 aldeas en la China rural. Los resultados mostraron que en las comunidades donde se usó sal baja en sodio, con un 75% de cloruro de sodio y un 25% de cloruro de potasio, hubo una disminución en los accidentes cerebrovasculares, eventos cardiovasculares y tasas de mortalidad. “El impacto es enorme”, señaló Kenji Shibuya del Tokyo Foundation for Policy Research.Globalmente, el consumo de sal sigue siendo elevado. Las dietas occidentales promedian 8,7 gramos de sal al día, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no más de 2 gramos de sodio diarios, equivalentes a aproximadamente 5 gramos de sal común. La adopción de esta recomendación ha sido baja. Un cambio estratégico podría involucrar el uso de sal enriquecida con potasio, mitigando así los efectos negativos del sodio excesivo sin necesidad de cambios significativos en los hábitos alimenticios. El estudio reveló que sustituir la sal común por una mezcla con potasio no solo reduce la ingesta de sodio en un 8%, sino que también incrementa el potasio en un 57%. Según Neal, “Cerca de tres cuartas partes de los efectos fueron debido al potasio y solo una cuarta parte a la reducción del sodio”.El incremento de potasio ofrece varios beneficios para el cuerpo. Funciona como un diurético natural, ayudando a eliminar el sodio a través de los riñones y relajando los vasos sanguíneos, lo que contribuye a reducir la presión arterial. “El potasio actúa como un diurético natural”, explica Swapnil Hiremath de la Universidad de Ottawa en Canadá. A pesar de estos beneficios, el consumo global de potasio es insuficiente. Las directrices actuales recomiendan un consumo diario de 3,5 gramos, pero la media mundial es de solo 2,25 gramos, según Catriona Reddin de la Universidad de Galway en Irlanda.Uno de los temores asociados con el aumento de potasio es la hipercaliemia, una condición de exceso de potasio en la sangre que puede ser fatal. Sin embargo, Neal advierte que este riesgo es mínimo en comparación con los beneficios. En el estudio SSaSS, no hubo diferencias significativas en los casos de hipercaliemia entre los grupos. La iodización universal de la sal es un ejemplo de cómo una medida similar podría ser efectiva.Esta estrategia ha reducido la deficiencia de yodo a nivel mundial. Neal sugiere que un cambio similar hacia la sal enriquecida con potasio podría prevenir entre 6 y 7 millones de accidentes cerebrovasculares y ataques cardíacos anualmente.El costo de la sal con potasio es ligeramente mayor que el de la sal común, pero no prohibitivo. “Es un poco más cara, pero no es exorbitante”, dice Hiremath. Este cambio no requiere ajustes drásticos en la dieta, lo que lo hace una opción conveniente. “El mensaje es cambiar”, enfatiza Neal.La adopción de esta sal por parte de restaurantes y productores de alimentos procesados sería un gran avance, especialmente en países de ingresos altos donde el 80% del consumo de sodio proviene de alimentos industrializados. Sin embargo, esto requiere incentivos por parte de los gobiernos.En conclusión, el potasio se presenta como una herramienta valiosa en la mejora de la salud pública, ofreciendo una solución efectiva y práctica para reducir la hipertensión y mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.BB