La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es una afección común que puede llevar a problemas de salud graves como enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. En la búsqueda de métodos naturales para prevenir y controlar esta condición, las semillas de calabaza han ganado reconocimiento por sus beneficios potenciales.Las semillas de calabaza son una fuente rica de nutrientes esenciales, incluyendo magnesio, potasio y zinc, que son fundamentales para mantener una presión arterial saludable. El magnesio, en particular, juega un papel crucial en la regulación de la presión arterial. Estudios han demostrado que la deficiencia de magnesio está asociada con un mayor riesgo de hipertensión. Una porción de semillas de calabaza puede proporcionar aproximadamente el 37% de la ingesta diaria recomendada de magnesio, ayudando así a relajar los vasos sanguíneos y a mantener una presión arterial estable.Además del magnesio, las semillas de calabaza contienen antioxidantes y ácidos grasos omega-3. Estos componentes contribuyen a la reducción de la inflamación y mejoran la función cardiovascular. Los antioxidantes, como los carotenoides y la vitamina E, ayudan a combatir el estrés oxidativo, que puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar la presión arterial. Los ácidos grasos omega-3, por su parte, tienen propiedades antiinflamatorias que pueden mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de hipertensión.Un estudio publicado en el Journal of Medicinal Food reveló que la suplementación con aceite de semilla de calabaza podría reducir significativamente la presión arterial en personas con hipertensión. Este hallazgo sugiere que incorporar estas semillas en la dieta diaria puede ser una estrategia efectiva para controlar la presión arterial.Para aprovechar los beneficios de las semillas de calabaza, se pueden consumir de diversas formas: crudas, tostadas, o como parte de ensaladas, yogures y batidos. También se pueden utilizar en la elaboración de panes y otros productos horneados.JV