El apio, perteneciente a la misma familia que el hinojo y el perejil, crece de forma natural en áreas húmedas y también se cultiva como una hortaliza versátil en numerosos países. Aparte de su agradable sabor y capacidad para adaptarse a diversas preparaciones culinarias, el apio ofrece una serie de beneficios para la salud gracias a su contenido de agua, vitaminas A, B, C y K, ácido fólico, fibra y potasio.Estas propiedades beneficiosas incluyen efectos sedantes, diuréticos, ligeramente laxantes, estimulantes del apetito, digestivos, remineralizantes, depurativos, regeneradores de la sangre, antiinfecciosos y cicatrizantes, según lo indicado por el Hospital Clínica Bíblica.Entre los beneficios de consumir agua de apio se encuentran:Facilita el funcionamiento de los riñones y es un excelente depurativo porque elimina sustancias de desecho con la orina.Posee características antibacterianas y como purificador de la sangre ayuda a diabéticos en el metabolismo.Al comerlo crudo, su abundancia en fibra obliga a masticarlo bien y proporciona sensación de saciedad, con un bajísimo valor calórico.Los diversos compuestos del apio, como los flavonoides, ayudan en la renovación de las articulaciones y el tejido conjuntivo.El apio favorece la secreción de saliva y jugos gástricos.Sus aceites esenciales ayudan a controlar la hipertensión, pues ejerce un efecto dilatador sobre los vasos renales y, de esta manera, aumenta el volumen de orina, lo que favorece la eliminación de agua y de sustancias tóxicas.El apio aporta sustancias que protegen la piel y se activan con la luz ultravioleta, aumentando la disponibilidad de células productoras de pigmento en la superficie de la piel.MF