Quienes saben que sufren del síndrome de colon irritable conocen que es el infierno en vida. Probablemente, ellos fueron diagnosticados con este padecimiento tras años de haber tenido los síntomas, de haber probado muchos medicamentos y no haber logrado hallar una cura. Los que aún no saben que lo tienen, deben seguir leyendo para saber qué síntomas tienen y cómo pueden mejorar.Si estás en esta situación y no sabes cómo buscar ayuda, te recomendamos que acudas con tu médico para que haga un seguimiento integral, pues es la única forma en la que podrán ser diagnosticados.Cuando piensas que "todo me hace daño", considera que el síndrome de colon irritable puede ser difícil de diagnosticar porque presenta signos que pueden confundirse con los de otras enfermedades. Hay dolor y calambres intestinales, episodios de diarrea, combinados con estreñimiento; gases e hinchazón en el estómago; una sensación que fuiste al baño, pero no terminaste de defecar. Algo sumamente común es que cuando comes, en especial algo muy condimentado, sabes que vas a hincharte y no salir del baño en un buen rato.Comúnmente pensamos "tengo colitis", pero no es la forma correcta de llamarlo porque la colitis puede deberse a muchas razones: una infección, un virus, una bacteria o una intoxicación por un alimento, pero no es necesariamente colon irritable que se distingue porque no tiene que ver con ningún problema de los mencionados, se debe exclusivamente a un conflicto emocional o a la comida en sí.Los trastornos mentales están íntimamente ligados al colon irritable y es un círculo vicioso muy complicado de romper. Cuando piensas que "seguro es ansiedad o depresión", considera que estos problemas repercuten en la salud, sobre todo la intestinal. Sin embargo, el círculo se cumple cuando la idea de estar enfermo del estómago y no encontrar una respuesta a qué está pasando influye en la salud mental. De acuerdo con las estadísticas, es común que un paciente con trastornos mentales sufran colon irritable y viceversa.Sobre todo en el caso de la mujer, donde el colon irritable es más complicado, imaginar que se trata de "una infección en la orina" o el riñón pueden estar ligadas a este síndrome, puesto que el tracto intestinal y el urinario sufren por las mismas causas. Una de las mejores formas para confirmar el diagnóstico de colon irritable es saber si los pacientes sufren constantemente del tracto urinario, sin que haya otra razón, porque ¡ojo!, también tienen mucho que ver con la ansiedad o la depresión.Cuando pensamos que "es estrés", por la razón que sea, a veces por mucho trabajo, por una relación amorosa difícil o un problema familiar, son el detonante perfecto para que el colon irritable se convierta en tu peor enemigo. Si estás enfrentándote a una situación donde no sabes qué hacer o simplemente estás angustiado, tus episodios serán peores.El colon irritable tiene síntomas que sólo el que los viven los conoce. Uno de ellos es la dualidad de que un día puedes tener una diarrea que no te permite salir del baño, y al otro no puedes obrar aunque estés sentado en la taza por horas. Un episodio puede desatarse por un pimiento morrón en tu arroz o un chile poblano y no sales del baño, pero comer mucha fibra tampoco es la solución, pues hará de tu intestino uno perezoso.Otro de los síntomas, muy penoso a la vez, es que tu panza puede hacer ruidos extraños si no has comido o incluso si ya comiste, flatulencias en público o incluso dolores que no te permiten siquiera estirarte. En este caso los jugos gástricos son enemigos, por eso es que debes de comer por lo menos cinco veces al día, ligero, claro, pero no puedes dejar tu estómago sin comida, pues los ruidos van a aumentar.El colon irritable es una realidad, no un mito ni una exageración. En los peores casos, sólo tomar algo de leche puede ser un infierno que no te permita salir de tu casa, lo cual afecta en rendimiento laboral. Ante esto es común que la gente deje de comer o se vuelva obsesiva con su peso o todo lo que ingiere, pues cualquier cosa puede caerle mal y convertirse en un infierno.Lo primero que debes entender para cambiar tu vida y que no seas una víctima del colon irritable es cambiar tu estilo de vida y la alimentación, pero también el ritmo, así como la forma en que te desarrollas. Una clave vital es la mejoría en la salud mental y emocional. Si cambias tu dieta y ahora comes lechuga todo el tiempo, tu colon seguramente seguirá igual si no buscas ayuda profesional.El colon irritable es un síndrome del cual nunca vas a poder separarte, pero lo puede mantener bajo control, a raya y tener éxito controlándolo. Se trata de que busques ayuda y encuentres un tratamiento ideal para ti. Lo que le funciona a otros tal vez no lo haga contigo, pero hay cientos de medicamentos y terapias alternativas a las que puedes recurrir, es importante que identifiques que es lo que no te hace bien y de ahí puedas partir.OF